A pesar de que las sanciones impuestas por Occidente siguen vigentes para la aviación civil rusa, las aerolíneas de aquel país han podido resolver el problema de la escasez de repuestos utilizando importaciones paralelas y triangulaciones que facilitan la importación de partes esenciales, concluyó un reporte del medio local Nestka.
Actualmente, Rusia no tiene dificultad en comprar repuestos occidentales para lo que alguna vez fue uno de los sectores más afectados por las sanciones.
Según los cálculos de Nestka, desde principios de año, las aerolíneas más grandes del país han importado un monto de 171 millones de dólares. Y no solo eso, bajo este sistema Rusia compra con éxito casi todos los bienes sancionados, incluyendo microchips y microprocesadores que pueden usarse en la producción de armas.
Las importaciones paralelas se han convertido en un negocio muy rentable en Rusia, sus principales socios de reexportación son China, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía, de acuerdo con información de Posten.
Mientras que países postsoviéticos como Kazajstán y Armenia, juegan un papel igualmente destacado en este mercado. Algunos importadores rusos están encontrando formas de llevar productos directamente de la UE, principalmente de Italia, Alemania y Estonia.
No obstante, cuando acabe el problema de la guerra en Ucrania y se levanten las sanciones, quedará el gran problema de las recertificaciones, es decir que ninguna aeronave en propiedad o uso de los rusos podrá viajar a los países de Occidente ya que no cuentan con los análisis, aprobaciones e incluso papeleo necesarios.
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