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05/11/2024

Recomiendan consultores mantener en uso el avión presidencial

Redacción A21 / Viernes, 25 Noviembre 2022 - 01:00
Reconfigurarlo cuesta 120 mdd y venderlo significa pérdida

Pablo Chávez Meza

Lo que más le conviene a México y a la presidencia de la República es conservar el avión presidencial y usarlo, ya que de venderlo se perderían 137 millones de dólares a precios de hoy y reconfigurarlo para tener operaciones comerciales, como se pretende en caso de que fuera incluido en la flota de una eventual aerolínea de Sedena, el costo llegaría a 120 millones de dólares como mínimo.

De acuerdo al reporte de la consultora Ascend Flightglobal Consultancy, misma que fue buscada por el Gobierno mexicano en el año 2015, para valuar el costo del Avión Presidencial, en caso de haberse vendido la aeronave en 2019,  las pérdidas de valor habrían sido entre 76.26 y 137.06 millones de dólares, respecto a lo pagado en su adquisición.

Y es que sus proyecciones a futuro, en caso de que el avión se hubiera vendido en el mercado de aeronaves privadas, el costo del TP01 hubiera sido de 142.4 millones de dólares, que hubiera significado una diferencia, respecto al precio original, por 76.26 millones de dólares.

De haber colocado en el mercado de aviones comerciales al José María Morelos y Pavón, el precio hubiera sido de 81.6 millones de dólares, es decir una diferencia negativa por 137.06 millones de dólares respecto al precio de compra.

Por ello, en la conclusión de su informe, la consultoría recomendó “aceptar la entrega y conservar para operación la aeronave Boeing 787-8 existente, MSN 40695, para servicio de la Fuerza Aérea Mexicana/Gobierno de México durante el futuro previsible”.

 

Historia de la compra del José María Morelos y Pavón

La compra de esta aeronave fue anunciada en la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa, el Congreso, el 30 de julio de 2012. El poder legislativo aprobó la compra del avión, el cual sustituría a la entonces aeronave presidencial Benito Juárez, un B-757.

El costo del B-787-8 fue de 218.7 millones de dólares (mdd) a un tipo de cambio ponderado para su compra de 13.50 pesos por dólar, es decir costó 2,952 millones 450 mil pesos.

La nueva aeronave, misma que fue adquirida por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y que a su vez fue subarrendada a la Sedena, llegó al país el 3 de febrero de 2016, en la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Este avión fue de los primeros en la línea de producción, con número de línea: LN-6; además de que es una ex aeronave que Boeing usó para vuelos de prueba. 

Pero una vez que asumió López Obrador la Presidencia, en 2018, cumplió su promesa de campaña de no subirse al avión por ser ostentoso, “¡ese avión no lo tiene ni Obama!”, decía, y buscó la manera de venderlo.

Incluso, la aeronave estuvo poco más de un año fuera del país, se trasladó a California, Estados Unidos, donde se iba a vender, pero en enero de 2020 el avión regresó a México; después se llevó a cabo una rifa, se vendieron boletos de la lotería, pero tampoco salió el avión.

Y recientemente, en diferentes conferencias matutinas, el Ejecutivo Federal ha dicho que el TP01 se incorporaría a la flota de la línea aérea que estaría a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

 

No sirve para aviación comercial

De acuerdo con Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas (INIJA) el querer integrar el TP01 a la flota aérea de la nueva aerolínea, que pretende establecer el Gobierno Federal para que opere la Sedena, significaría que “saliera más caro el caldo que las albóndigas”.

En entrevista, el especialista en temas de aviación dijo que en su momento, el avión Boeing 787 Dreamliner tuvo un costo de casi 220 millones de dólares y su configuración es para uso ejecutivo, por lo que de querer usarlo para vuelos comerciales se tendrían que invertir 120 millones de dólares para su reconfiguración.

“Por más que se quiera usar al avión Presidencial, José María Morelos y Pavón, como avión comercial, ésta no es una aeronave apta para esa modalidad debido a que tiene una configuración para uso ejecutivo y reconfigurarlo significaría una fuerte inversión”, dijo.

En recientes ocasiones, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que quiere crear una línea aérea estatal con el fin de ofrecer servicios más económicos para la población y en ésta integraría al TP01, José María Morelos y Pavón.

Esto, después de sus intentos, desde principio de su administración, de querer vender el avión presidencial, sin poder hacerlo.

Casas Lías precisó que esta aeronave se compró para uso Presidencial y tiene una configuración completamente diferente a la que tiene cualquier otro avión de esa naturaleza, y sobre todo de ese modelo.

“Por obvias razones se hizo para uso ejecutivo, un uso Presidencial; entonces ese avión es muy difícil que lo puedan usar para uso comercial, porque para empezar debe modificarse su configuración. Más o menos reconfigurar costaría como unos 120 millones de dólares”, subrayó.

Además, otro aspecto que tiene en contra para operar como avión comercial, dijo, es que como fue configurado como un avión ejecutivo, maneja muy pocos pasajeros, con lo cual no te saldría el costo de andarlo moviendo pues “saldría más caro el caldo que las albóndigas”.

El director de INIJA precisó que se consiguió ese precio, de alrededor de 220 mdd, debido a que fue un prototipo de los 787, y por ello, el monto que se pagó fue castigado pero, sostuvo, “no es un avión que técnicamente esté habilitado para lo que es desgaste de la aviación comercial”.

Estos factores operan en contra de que se quiera usar el TP01 como avión comercial, lo que sí se podría ser, es rentarlo para charters, pero “ese avión no sirve para aviación comercial”, reiteró el especialista.

 

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