La industria de la aviación rusa intentará funcionar sin occidente, busca producir mil aviones de pasajeros para 2030 y terminar con la dependencia de Boeing y Airbus, para ello impulsará la fabricación de piezas construidas localmente, afirmó corporación estatal rusa Rostec.
La empresa de productos industriales de alta tecnología para los sectores civiles y de defensa, encabezada por Sergei Chemezov, ve la actual situación como una oportunidad para construir una industria de la aviación fuerte y autosuficiente.
“Los aviones extranjeros dejarán nuestras flotas; creemos que este proceso es irreversible y nunca más habrá aviones Boeing y Airbus en Rusia”, aseveró el industrial, de acuerdo a la agencia Reuters.
Agregó que su próximo objetivo será concretar la sustitución de importaciones de las piezas para proyectos de aviación prometedores: SSJ-New y MS-21, en el menor tiempo posible
“No esperamos que se alivien las sanciones y estamos construyendo nuestros planes en base al difícil escenario existente; por ello, a partir de este año, no dependeremos de la cooperación internacional con los países occidentales”, afirmó la compañía.
A partir de 2024, Rusia planea producir anualmente 20 jets regionales de sustitución total de importaciones conocidos como Superjet-New y 72 nuevos MS-21 de media distancia a partir de 2029, comenzando con seis en 2024, según el plan de desarrollo de la industria de la aviación rusa para 2030.
Sin embargo, la mitad de los componentes y tecnologías utilizados en la industria aeronáutica rusa en 2021 se originaron en países extranjeros, por ello están luchando por reemplazar estos componentes extranjeros de su Superjet, incluido el motor SaM-146 que fue diseñado por Safran.
“Serán los últimos en los que se utilicen las soluciones de nuestro socio Safran. Luego instalaremos motores PD-8 de fabricación rusa”, dijo Rostec.
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