El Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó que quiere confiscar el avión 747 venezolano, que ha estado en tierra en Argentina desde principios de junio, derivado de probables vínculos con grupos terroristas iraníes.
Este es el mismo avión con matrícula YV 3531 que el pasado 4 de junio aterrizó y despegó sin los permisos correspondientes del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro cargado con autopartes y con destino a Argentina en donde 17 tripulantes fueron detenidos, aunque varios de ellos ya han sido liberados.
La solicitud deriva de una orden en un tribunal federal en el Distrito de Columbia, emitida en julio pasado, y que argumenta que el avión fabricado en tierra estadounidense debería ser confiscado debido a violaciones de las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos, según una nota publicada por la Agencia AP.
“El Departamento de Justicia no tolerará transacciones que violen nuestras sanciones y leyes de exportación. No daremos tregua a los gobiernos y entidades que con el permiso del Estado que buscan evadir nuestras sanciones de control de exportaciones al servicio de sus actividades perniciosas”, afirmó Matthew Olsen, jefe de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia.
El tema llamó la atención de los miembros del Congreso de los Estados Unidos cuando el pasado 26 de julio, una docena de senadores republicanos escribieron una carta a Merrick Garland, fiscal general, acusando al Departamento de Justicia de no ayudar a las autoridades argentinas en su investigación.
Adicionalmente, el Departamento de Comercio anunció la suspensión de los privilegios de exportación de Emtrasur por 180 días.
El avión también está bajo investigación en Paraguay, donde el avión aterrizó en mayo y pasó tres días en Ciudad del Este, cerca de la frontera con Argentina, donde cargaba cigarrillos para transportarlos a Aruba, según autoridades locales.
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