David Calhoun, CEO de Boeing, dijo que espera que el Boeing 737 MAX obtenga la recertificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) y pueda regresar al servicio a principios de verano.
Después de esta declaración, las acciones de la armadora estadounidense aumentaron un 17.7% en las primeras horas del martes, cotizándose en $123.51 por unidad. Sin embargo, las acciones de la compañía aún se encuentran con una caída de aproximadamente 55% desde inicios de mazo.
“Estamos muy cerca de la línea de meta”, dijo Calhoun respecto al regreso del MAX luego de que la familia de aeronaves fuera puesta en tierra hace un año a causa de dos accidentes que cobraron la vida de 346 personas.
Agregó que le tomará algunos años a Boeing recuperar los niveles que tenía originalmente antes de la crisis del MAX y los efectos negativos del coronavirus en la aviación mundial.
La armadora se encuentra en busca de un apoyo de 60 mil millones de dólares en ayuda gubernamental para paliar los efectos de la pandemia de COVID-19.
Calhoun confía en que Boeing podrá superar la crisis, pues cuenta con 15 mil millones de dólares en liquidez; sin embargo, remarcó que, si no hay apoyo del gobierno y los mercados crediticios permanecen cerrados, perderá rápidamente ese dinero.
Al momento, Boeing suspendió la producción en sus instalaciones de Seattle, en donde se fabrica la mayor parte de sus aviones. En apoyo a la crisis, Calhoun renunció a su salario mientras esperan la ayuda gubernamental.
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