La demanda de viajes de alto nivel está en auge y las aerolíneas estadounidenses están apuradas por aprovecharla, informó Reuters.
Las aerolíneas están añadiendo asientos más cómodos y más grandes en sus aviones para atraer clientes dispuestos a pagar más por una mejor experiencia de viaje.
Algunas aerolíneas conocidas por sus modelos de tarifas bajas como Southwest, Spirit y Frontier incluso se están alejando de sus modelos de negocios tradicionales.
Los ejecutivos de las aerolíneas dicen que los consumidores han reducido su gasto en bienes en favor de las experiencias, y que los viajes son su máxima prioridad después de la pandemia de COVID-19.
Las aerolíneas estadounidenses están apostando a que el auge de los viajes es un fenómeno de varios años y están compitiendo por hacerse con una porción mayor del mercado de alta gama.
El esfuerzo es parte de una estrategia industrial más amplia para encontrar flujos de ingresos de alto margen para compensar los crecientes costos laborales y operativos.
Una encuesta realizada en mayo por la consultora Deloitte encontró que más viajeros estaban dispuestos a pagar por una experiencia de vuelo más cómoda que hace un año.
“Ese segmento de pasajeros es más fuerte que la industria lo haya visto jamás", dijo Shane Tackett, director financiero de Alaska Airlines.
La mayor demanda de cabinas premium ayudó a Alaska a registrar el margen ajustado antes de impuestos más alto entre las principales aerolíneas en el segundo trimestre.
Este fenómeno también impulsó las ganancias en Delta y United Airlines. En tanto, Alaska ha modernizado toda su flota regional este año para agregar 400,000 asientos premium.
Ahora tiene planes de añadir 1.3 millones de asientos premium al año a su flota principal.
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