En Estados Unidos ya son evidentes los cambios en la forma en que se vuela derivado de cómo han respondido las aerolíneas a los desafíos. Atlanta se mantiene como el aeropuerto con mayor capacidad de asientos, aunque registra una disminución de 13% respecto a las cifras de 2019; en contraste, Miami incrementó su oferta en 15%, afirmó OAG.
“Hace uno o dos años, los aeropuertos con más servicios aéreos internacionales fueron los más afectados en las primeras etapas de la pandemia. Pero esto no es así ahora. Hace tres años, el 10% de la capacidad en el Aeropuerto Internacional de Detroit (DTW) era internacional, en Miami la proporción internacional superaba el 50%. Sin embargo, Detroit experimentó mayor disminución en la capacidad general (-26 %), mientras que Miami tuvo el mayor aumento (+15%) en los últimos tres años”, afirmó Becca Rowland, analista de OAG.
Los tres aeropuertos más grandes son Atlanta, Chicago O'Hare y Los Ángeles, los tres estaban y siguen dominados por aerolíneas tradicionales. Su cuota de capacidad es del 82%, 91% y 76% respectivamente, mientras que el promedio en los 25 principales aeropuertos es del 70%.
Por el contrario, las terminales que registraron una fuerte disminución de la capacidad de asientos entre octubre de 2019 y ahora, son DTW, Minneapolis St Paul (MSP) y San Francisco (SFO); aún con esta baja, siguen operando a más del 80% de su capacidad de antes de la pandemia.
“Cuando comparamos los cinco aeropuertos con el mayor aumento de volumen con los cinco aeropuertos con la mayor disminución, parece que, en general, los aumentos se deben al incremento operado por aerolíneas de bajo costo, mientras que las bajas se deben a la reducción de funcionamiento de las aerolíneas tradicionales”, afirmó la analista.
En el caso de Miami, su potencial general creció un 15%, pero la capacidad de las aerolíneas de bajo costo lo hizo en 425% a medida que Spirit Airlines, Southwest y JetBlue se han mudado al mercado (han regresado al mercado??), en tanto que Frontier Airlines aumentó su presencia.
No es que las aerolíneas tradicionales, especialmente American Airlines, no hayan aumentado también la capacidad, sino que las aerolíneas de bajo costo han agregado una cantidad considerablemente más grande al total de operaciones.
“Por el contrario, parece que las aerolíneas tradicionales son responsables de gran parte de la reducción de usuarios en los aeropuertos que han visto caer su capacidad de asientos. En DTW, por ejemplo, mientras que las aerolíneas de bajo costo han reducido la capacidad en un 11%, las tradicionales la han reducido en un 28%”, añadió.
Hay una serie de aeropuertos donde la disminución de operaciones de las empresas tradicionales ha ido acompañada de incrementos en la oferta de las aerolíneas de bajo costo.
En Chicago-O'Hare el crecimiento de las aerolíneas de bajo costo fue del 22% en comparación con el -21% de los operadores tradicionales. En Houston, las low-cost agregaron un 73% más de capacidad, y las tradicionales la redujeron en un 12%. En Dallas/Ft.Worth las primeras agregaron un 46% más de asientos, mientras que las segundas eliminaron un 2%.
“Las aerolíneas tradicionales han tratado de volver a la rentabilidad controlando los costos, mientras que las aerolíneas de bajo costo han utilizado su ventaja competitiva para atraer a viajeros conscientes de los precios para hacerse con una participación de mercado”, puntualizó.
Este tipo de disrupción siempre brinda oportunidades y para los aeropuertos el desafío es asegurarse de mantenerse a la vanguardia mientras son testigos de cómo las aerolíneas están remodelando el mercado.
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