Por Evangelina del Toro
En alianza con T21
Enviada
Bogotá, Colombia.- Pese a los impactos de la crisis por la COVID-19 a la industria aérea, el gran desafío para este sector será la descarbonización, dijo Roberto Alvo, nuevo presidente del Comité Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA).
“Si adelantamos el reloj al año 2050 y miramos hacia atrás y pensamos ¿cuál fue el desafío más importante de la industria aérea en la mitad del siglo? Les aseguro que vamos a llegar que no fue la pandemia, sino la descarbonización, tenemos en frente el desafío más grande, esta es una industria extremadamente difícil de descarbonizar”, afirmó.
Durante su discurso en el XVII ALTA Airline Leaders Forum, comentó que se tienen 4 pilares para llevar a cabo acciones a favor de la sostenibilidad, pero en la región no se cuenta con una infraestructura para combustibles alternos aunque existe el potencial para tenerla, además se desconocen las tecnologías para este tema.
No obstante, expuso que Brasil realizó un estudio sobre el combustible sostenible en aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en donde demostró que tiene el potencial de producir el 120% de las necesidades al interior del país, mientras que Chile considera que puede crear hidrógeno verde para convertirlo en combustible para la aviación.
“El planeta no puede esperar, tenemos que hacer todos y cada uno de nosotros el esfuerzo máximo en hacer que nuestras aerolíneas no solo se desarrollen sino que lo hagan en conjunto con el cuidado del medio ambiente, con trabajo con las comunidades y el desarrollo de la región. Tenemos una tarea titánica por delante y tiene que ser nuestra primera prioridad. El futuro de la industria aérea depende de la capacidad que tengamos de demostrar que somos capaces de pasar éste, que es el desafío más grande que tendremos en los próximos 30 años”, dijo.
Recordó que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) adoptó a principios de este mes el Acuerdo de París y la industria se comprometió a ser carbono neutral para el 2050.
La industria y COVID-19
Recordó que hasta antes de la pandemia, la industria había tenido un desarrollo extraordinario, el tráfico de pasajeros se triplicó entre 2000 y 2019, mientras que en carga se duplicó, “naciendo una industria muy pujante y activa que ha traído desarrollo a la región en las últimas 2 décadas”.
Mencionó que entre 2014 y 2018 generó 2.6 millones de empleos directos y contribuyó a más de 20,000 millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de la región, por lo que antes de la crisis sanitaria, las perspectivas de crecimiento seguían siendo alentadoras, tanto Airbus como Boeing estimaban un gran desarrollo hasta 2034 y crecer en 7 veces el sector hasta 2038, aunque los viajes por pasajero seguirían estando a la baja, solo la mitad frente a los países industrializados.
Pero para 2020, con el inicio de la pandemia, se presentó la crisis más importante para el sector aéreo, situación que ha dejado pérdidas de 200,000 millones de dólares y un retraso de 5 años.
“Todos los que estamos aquí y que trabajamos en la industria aérea no vamos a olvidar nunca cuando nuestras operaciones llegaron a cero varios meses después y que hemos pasado 19 meses con una recuperación muy lenta, muchas veces erráticas y aún lejos de retomar la senda en la que venía la industria antes de la pandemia”, dijo Roberto Alvo.
Sin embargo, con el avance en la vacunación y al mismo tiempo una caída relevante en los casos de contagio y más en las hospitalizaciones, “es una señal de esperanza para ver una recuperación de la industria que ha demorado más de los que esperábamos, pero que hoy en día se ve pujante y esperanzador”.
De igual manera, comentó que la industria presenta otros retos como las altas tasas impositivas, cargos y una inversión en infraestructura que “(...) es la más baja del mundo. En 2017 únicamente el 25% de la infraestructura aeroportuaria estaba planificada para proyectos nuevos cuando en Europa o Estados Unidos esto representaba el 40 por ciento”.
“Si bien es una industria que nació con regulación diferente y hemos tenido muchos años de trabajo en armonizar las normas y regulación, sigue siendo una región con una serie de normativas que no son muy compatibles entre ellas y que no permiten que la industria se desarrolle efectiva y con impacto en costos y al final al cliente, así que tenemos importantes desafíos regulatorios para poder sacar el potencial máximo de la industria en los años que viene”, dijo.
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