Hace diez años, la industria aérea firmó en Ginebra, Suiza, la Declaración sobre Aviación y Cambio Climático, el primer acuerdo de un sector de transporte para reducir sus emisiones de carbono. Hoy, volar consume 20% menos combustible y los diferentes actores –aerolíneas, aeropuertos, navegación aérea y fabricantes– siguen con la mira puesta en metas aún más ambiciosas.
Lo anterior fue reconocido por los asistentes a la Cumbre Mundial de Aviación Sostenible 2018, celebrada por el Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAG, por sus siglas en inglés).
Y es que en 2008, cuando la industria sobrevolaba por turbulentos cielos de crisis financiera y precios del petróleo en niveles históricos, los líderes del sector se comprometieron a reducir en 1.5% su media anual de rendimiento de combustible antes de 2020. Actualmente, esta meta ha sido superada con una tasa anual de eficiencia de 2.1% y subiendo.
“El progreso en tecnología, operaciones e infraestructura –especialmente en lo referente a gestión del tráfico aéreo– igualará o, incluso, mejorará la eficiencia que hemos alcanzado en consumo de combustible durante la última década”, señaló en un discurso Alexandre de Juniac, director ejecutivo de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Recordó que la Declaración se basó en pilares como: inversión en nuevas tecnologías, mejora continua de la eficiencia operacional e infraestructura eficiente.
Alexandre de Juniac calls on aviation to make a 20% fuel efficiency improvement over the next decade, as industry marks ten years of its four-pillar emissions strategy and goal of #carbon neutral growth 2020. #ATAG2018. Read all about it: https://t.co/LKhSeKBz8E pic.twitter.com/r8kKIgN7Zs
— IATA (@IATA) 3 de octubre de 2018
Una década después, el esfuerzo se ha diversificado y especializado a tal grado que se han identificado nueve campos de acción (colaboración; energías alternativas; cambio radical; eficiencia en tierra y aire; construcción; personal; innovación y manejo de emisiones), con programas y soluciones que incluso se han convertido en ley.
Todo ello se engloba dentro del Plan de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional (CORSIA en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), firmado en 2016 y que facilitará el crecimiento neutro en carbono de la industria a partir de 2020.
Hasta el 31 de agosto, 73 naciones se han registrado como voluntarias para las primeras fases de CORSIA, y sus industrias representan un 80% del crecimiento de emisiones de dióxido de carbono de la aviación internacional.
All that hard work & dedication to manage CO2 put in by airports in Year 9 of @AirportCO2 did yield results!🤗 347,026 tonnes of CO2 were collectively reduced! Watch this animation & get a better grip on the figures from our freshly released Annual Report: https://t.co/VdchD6PERc
— AirportCarbonAccredt (@AirportCO2) 3 de octubre de 2018
Pero no todo queda en los acuerdos pues, en la perspectiva de De Juniac, la próxima década será una de innovación: desde los aviones híbridos y eléctricos hasta la expansión a gran escala de combustibles sostenibles, la aviación se mantendrá en ruta de despegue hacia un futuro sin emisiones.
“Puede que nuestro avance no siga siempre una trayectoria firme, pero ‘volamos’ en la dirección correcta”, concluyó.
Facebook comments