En los últimos tres años, la industria aérea se benefició del descenso del precio unitario del barril de petróleo y la consecuente caída de costos por este insumo. No obstante, la cotización de este hidrocarburo ha ido incrementando nominalmente durante 2017 y continuará al alza durante este año, detalló la consultoría aérea CAPA.
Bajos precios de petróleo permitieron a las aerolíneas disminuir sus tarifas de vuelo y aumentar su competitividad. Bajo estas condiciones, los niveles de ocupación y tráfico aéreo fueron incentivados.
Sin embargo, los precios del barril de petróleo se dispararon por encima de 10 por ciento en los últimos días del 2017 y se espera que las tendencias de aumento en este sector disminuyan durante este año.
Analistas de Merril Lynch prevén que el precio promedio del barril de petróleo se encuentre entre los 64 dólares durante 2018. No obstante, la cotización unitaria del barril Brent se posicionó en 70 dólares el pasado 15 de enero.
Con estas tendencias presentes, la rentabilidad financiera puede ir a la baja, con el riesgo de disminución de la actividad aérea a nivel internacional.
El pronóstico de CAPA indica que los precios de los boletos de avión subirán en los siguientes dos años, ante el escenario de que los costos del crudo sigan al alza.
Esto podría provocar disminuciones en los flujos de pasajeros y carga, por lo que la rentabilidad de las aerolíneas sufriría severas contracciones en dicho periodo.
En el pasado, la industria aérea mundial ha tenido problemas con relación a sus costos operativos por las fluctuaciones de la cotización de petróleo.
Uno de los ejemplos más icónicos fue cuando la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (u OAPEC, por sus siglas en inglés) detuvo las exportaciones de petróleo a varias potencias mundiales, incluyendo Estados Unidos, en 1968.
Dicho evento tuvo grandes repercusiones negativas en el sector aéreo, lo cual provocó el encarecimiento de transporte a nivel mundial. Para la década de 1980, las tendencias alcistas cesaron y los precios no se dispararon hasta 1991 por la Guerra del Golfo Pérsico.
El precio del crudo se volvió a estabilizar para 1992 y después cayó hasta por debajo de los 20 dólares en 1998, pero la cotización de este hidrocarburo inició una tendencia de crecimiento a partir de 2002 hasta junio de 2014.
El precio máximo que alcanzó el barril de petróleo fue de 133 dólares en mayo de 2008, pero este decreció después de la crisis financiera que estalló ese mismo año.
Para 2014, la cotización se posicionó por debajo de los 100 dólares y no ha vuelto regresar a este nivel desde entonces.
Cabe resaltar que el precio de esta materia prima cambia bruscamente por la cantidad de reservas e inventarios, la exploración y explotación de yacimientos, los diferentes costos de extracción y las fluctuaciones de oferta a nivel mundial.
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