Un nuevo intento de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) para probar su cohete de combustible sólido falló nuevamente este martes. Este segundo intento sin éxito terminó con el cohete en llamas debido a "una anomalía" registrada durante la prueba en el sur del país.
La fallida prueba del cohete Epsilon S debía durar unos 120 segundos, pero el fuego lo impidió, según confirmó la JAXA a la cadena nacional de noticias nipona NHK, aunque no causó lesiones, de acuerdo con la policía local y los bomberos.
El error que derivó en incendio y cuya causa se desconoce todavía se produjo en la segunda etapa del cohete, que tras otro testeo en julio de 2023, también frustrado, fue probado hoy por segunda vez a las 8:30 hora local (23:30 GMT del lunes) en el Centro Espacial Tanegashima, en la prefectura de Kagoshima.
La explosión tuvo lugar aproximadamente 30 segundos después de que el motor del artefacto se encendiera e imágenes tomadas por los medios locales muestran una gran cantidad de humo blanco elevándose y llamas que fueron extinguidas pocos segundos después.
En 2023, durante otra prueba en la prefectura de Akita (norte del país) del Epsilon S, una combustión anormal causó la explosión del cohete durante el test en el que se comprobaba la combustión de la segunda etapa.
La JAXA concluyó que la causa del error del año previo fue que parte del dispositivo de ignición se derritió y se dispersó debido al calor, dañando así el aislamiento dentro del recipiente de presión y provocando una combustión anormal.
Tras tomar medidas después del primer fallo, la prueba se repitió de nuevo sin éxito el martes en Kagoshima, lo cual podría retrasar aún más el lanzamiento del cohete, que estaba previsto para 2024.
El Epsilon S es uno de los principales cohetes de Japón, un dispositivo pequeño de combustible sólido de tres etapas de unos 27 metros de longitud que está siendo desarrollado por la JAXA como versión mejorada del cohete Epsilon, que estuvo en funcionamiento entre 2013 y 2022.
El aparato tendrá capacidad para transportar satélites hasta unos 700 kilómetros de altura, 200 kilómetros más que su predecesor.
Facebook comments