El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del sector aeroespacial en España es uno de los principales programas económicos del gobierno español. No cabe duda de que ha sido y es un estimulador económico decisivo, con grandes inversiones tanto en el posicionamiento cómo en la transformación de este sector y ante los desafíos impuestos en el marco político europeo. Desafíos centrados principalmente en los retos medioambientales y digitales.
Con la P de progreso
El Proyecto estratégico aeroespacial durante el 2023 se ha estructurado en tres ejes fundamentales para sincronizar todos sus recursos económicos en que la industria progrese exponencialmente. El primer eje ha sido el desarrollo de la industria aeronáutica, dotándola de recursos económicos para promover actividades que integren la investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) . Un desarrollo para proveer a la industria de tecnología y sistemas que avancen en las cero emisiones de CO2, dotar de medidas clave para el cielo único europeo o ampliar el parque aéreo con aeronaves multipropósito o no tripuladas (UAV). El segundo eje es el espacial con un cometido similar al aeronáutico en cuanto a potenciar el avance tecnológico para la sostenibilidad y las comunicaciones. Por último, el tercer eje, el llamado transversal, que ha centrado sus esfuerzos en diversos sectores y cuya línea de actuación se ha enfocado en la cohesión y formación para la digitalización y sostenibilidad del sector aeronáutico.
Con la R de recuperación
La recuperación de la demanda en el tráfico aéreo y la firme apuesta por la sostenibilidad y la innovación ha hecho que el PERTE aeroespacial, movilice más de 4.500 millones de euros a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia potenciando la investigación y la ciencia en el sector aeroespacial dando respuesta a los desafíos actuales como son la transición digital, el cambio climático y la seguridad global. El sector aeroespacial es una de las principales prioridades del gobierno de España, tanto en la vertiente aérea como en la del espacio. Proporcionan servicios a la sociedad en distintos ámbitos como son la navegación, la seguridad o las comunicaciones.
Con TE de territorial
En este presente año, el PERTE pone énfasis en potenciar la territorialidad. Es un hecho que esta industria está focalizada en áreas concretas de la geografía española, lo que requiere que se potencien las capacidades de otros territorios de España. Estas inversiones están dirigidas a promover y dinamizar el posicionamiento del país y así convertirse en uno de los principales centros de rendimiento industrial.
De hecho, la participación española en los programas de la Agencia Espacial Europea (ESA) se ha visto incrementada, lo que provoca un efecto directo en el desarrollo del sector.
Nuevos retos de la aviación
El Programa Tecnológico Aeronáutico (PTA) tiene un especial protagonismo, ya que busca financiar proyectos de I+D en el ámbito aeronáutico a través de agrupaciones de empresas en esta industria. Los retos tecnológicos a los que se enfrentan estos proyectos están claramente enfocados en varias aéreas. De hecho, el incremento del tráfico aéreo está acelerando el objetivo de conseguir a medio y largo plazo diferentes soluciones para reducir considerablemente las emisiones contaminantes del flujo aeronáutico. Nuevos sistemas de propulsión con tecnologías que permitan un incremento en el porcentaje de sistemas eléctricos en el avión. Materiales más ligeros y aerodinámicamente óptimos o nuevas tecnologías como el hidrógeno verde.
Una de las asignaturas pendientes de la industria aeroespacial española es que llegue a ser un referente en el área de los aviones no tripulados (UAS). En este campo, las inversiones se dirigen a desarrollos de nuevas plataformas, así como de sistemas de comunicaciones y detección entre las diversas máquinas que conforman este espectro.
La cadena de producción de los aviones requiere de una gran capacidad de desarrollo de sistemas que favorezca y reafirme las fases completas en el diseño, desarrollo, producción y certificación de un avión. La búsqueda de tecnologías que sean capaces de desarrollar nuevas capacidades en sistemas tan complejos como aviónica, control, navegación o simuladores. Todos estos sistemas dan soporte vital a la configuración final de las aeronaves.
Por último y no por ello menos importante, el PTA pone especial atención en el campo digital para implementar valor añadido a sistemas de automatización y fabricación. Sistemas innovadores en el campo de los MRO o tecnologías de control y simulación.
Sin embargo, el PERTE se adentra, además, en otros proyectos que son de vital importancia para la industria. Medidas que fomentan el desarrollo del transporte aéreo en diversas facetas. Facilitar la descarbonización, el uso de vehículos no tripulados, la modernización de los sistemas de control y vigilancia del tráfico aéreo o la construcción de aeronaves de nueva fabricación en su vertiente para las modificaciones estructurales necesarias y dotarlas de nueva instrumentación. Son las caras de un prisma cuyos reflejos apuntan al posicionamiento, cada vez mayor, de España como uno de los motores de la industria aeroespacial europea y mundial. Los proyectos que más apoyo han tenido son los de eficiencia y los aviones con cero emisiones, seguidos de la fabricación avanzada, sistemas de comunicación y UAS (aviones no tripulados).
Un sector que evoluciona
Desde que este proyecto estratégico fue lanzado en marzo del pasado año, las partidas presupuestarias han hecho honor a la importancia que el gobierno ha dado y da a la industria aeroespacial. Varios proyectos que comenzaron el año 2022, ven su continuidad en este año. El proyecto CEUS que busca consolidar España como el lugar para realizar los ensayos de aviones no tripulados en Europa. El C295, entregado a INTA y que está ya en fase de instrumentación o las fases de cielo único europeo. ENAIRE lidera la seguridad y digitalización del proceso de homogeneización del espacio aéreo.
Distintas partidas presupuestarias en inversión aeroespacial han visto la luz para albergar apoyo económico a proyectos como lanzadoras de nanosatélites. Con 45 millones de euros de inversión pública, se ha priorizado tanto el desarrollo como las pruebas para lanzadores de pequeños satélites. La cooperación con Portugal (Constelación Atlántica) para proveer datos de la Tierra sobre ambos territorios en materia de cambio climático y la evolución de los ecosistemas marinos y costeros. Además, y siguiendo la línea, el gobierno español ha puesto todo su empeño en los sistemas de comunicación cuántica tanto terrestres como satelitales con el fin de optimizar las comunicaciones a nivel nacional y europeo.
La guinda de la tarta es, sin duda, la implementación de la Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla. El sector espacial es prioritario para España en el ámbito de las comunicaciones, seguridad, navegación, la lucha contra el cambio climático o el seguimiento de fenómenos contra los incendios o la sequía. España es el cuarto país en aportación a la ESA. De esa forma, busca convertirse en actor principal de los grandes retos a los que se enfrenta el sector aeronáutico.
No hay que olvidar que otro de los pilares fundamentales en los que se centra el PERTE aeroespacial es el de los programas transversales, tales como los planes complementarios de I+D+I. Planes en los que se involucran a la Comunidades Autónomas cómo colaboradoras en sostenibilidad e innovación en los entornos de fabricación aeroespacial. Específicamente se dota de ayudas económicas a proyectos de I+D+I en el área de la industria con conexión 4.0. Planes de ayuda a la sostenibilidad e innovación en la industria de las manufacturas, así como ayudas a la innovación y que venga de agrupaciones empresariales.
La reindustrialización como objetivo en el Plan de desarrollo aeroespacial
Las políticas de reindustrialización puestas en marcha a través de la colaboración público privada es una ambiciosa apuesta para el sector tecnológico del sector aeroespacial. Este nivel pasa por la promoción de tecnologías con cero emisiones y vinculadas en una cohesión territorial para hacer de la ciencia y la innovación el motivo principal y que el avance español, en esta industria, sea un hecho cada vez más palpable. El gobierno ha duplicado el presupuesto en tres años en I+D+I. El PERTE aeroespacial ha sido dotado en este año 2023 de casi 2,200 millones de euros en inversión pública, traduciéndose en una movilización de casi 2,400 millones de euros de inversión privada.
No debemos olvidar que el sector aeronáutico supone el 1% del PIB nacional y el 5.5% del PIB industrial. Este sector genera cerca de 37,000 empleos directos y es el segundo sector que más invierte en I+D.
El PERTE aeroespacial se ha ido nutriendo de nuevas inversiones, Debido a la agenda del plan de recuperación, la inversión pública ha ido creciendo tanto en recursos disponibles como en la distribución territorial de estos recursos. El posicionamiento internacional de España en este sector es prioritario. España está a la vanguardia de tecnología como el lanzador de pequeños satélites. El contrato otorgado a la empresa española GMV para el desarrollo de nuevos sistemas de posicionamiento en Australia y Nueva Zelanda. Diversos programas internacionales cuentan con la participación española junto a los principales países de su entorno, elevando posiciones en un sector tan crucial como es este.
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