Pablo Chávez Meza
La producción de desechos espaciales debe mitigarse, pues de no hacer algo en estos momentos se corre el riesgo de perder las órbitas bajas, alertó Martha Mejía-Kaiser, miembro de la Junta Directiva del Instituto Internacional de Derecho Espacial.
En entrevista con A21, la especialista en derecho espacial destacó la importancia de evitar llenar el espacio con basura espacial, sobre todo el cercano a la atmósfera terrestre, pues de seguir con ello, se corre el riesgo de provocar colisión de satélites con los desechos, lo que se traduciría en un efecto de cascada.
Esto, dijo, impedirá que la humanidad se beneficie de los usos de esos satélites que giran en esa capa de órbita de la Tierra.
Precisó que las órbitas bajas son aquellas que llegan hasta 2,000 kilómetros de altitud, y luego siguen otras órbitas que son muy usadas y luego la órbita geoestacionaria, que está a 36,000 kilómetros de altitud y es ahí donde México tiene varios satélites.
Mejía-Kaiser comentó que para hacerle frente a esta problemática, el país requiere controladores espaciales calificados, ya que ellos son los que dan las alertas de colisión.
Al recibir la información, los controladores mueven los satélites para evitar la colisión con basura espacial, satélites muertos, partes de lanzador, entre otros.
“Es muy triste que los más calificados se van al extranjero, cuando se pueden quedar en México y entrenar a las próximas generaciones”, lamentó.
Advirtió que se está creando una capa de basura en el espacio y eso ha sido denunciado por los controladores a nivel mundial. “Esta área, hasta los 2,000 kilómetros debe ser protegida, y en el área geoestacionaria vamos hacer un anillo para protegerla”.
Por ello, advirtió, cuando un satélite esté por terminar su vida útil, hay que “sacarlo de estas áreas. Los que están debajo de los 2,000 kilómetros, bajarlos lo más posible, para que reingresen a la atmósfera terrestre y se quemen. Y para los que están arriba, como están a 36,000 kilómetros, subirlos 50 kilómetros por encima y con eso se irán bajando lentamente, o sea, tardarán cien años en entrar nuevamente de regreso”.
Recordó que México cuenta con nanosatélites en la órbita baja y otros más en la geoestacionaria, de los cuales dos ya terminaron su vida útil, y como no alcanzaron a subirlos, podrán tener encuentros con los que están funcionando.
Por ello, aseveró, se necesita en la legislación mexicana la “indicación u obligación” de que las empresas mexicanas que tienen satélites apliquen las recomendaciones para mitigar la basura espacial.
Además, lo que la ingeniería mexicana debería hacer es mitigar el daño que ya se ha hecho con los satélites mexicanos.
México debe poner atención a sus satélites lanzados
Por otra parte, la especialista comentó que México ha lanzado varios satélites al espacio, tal y como lo ha informado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero la propiedad pertenece a compañías privadas en otros países.
“México no ha hecho nada por avisar a Naciones Unidas que nosotros no somos responsables de lo que se haga con esos satélites; si llegara a pasar algo negativo con ellos, México tendría que pagar”, dijo.
Precisó que existe un convenio sobre la responsabilidad por daños causados por objetos espaciales, y es ahí donde está el problema, ya que en caso de caer alguna pieza de un satélite se debe pagar por el daño causado, así como por la “culpa” del percance, de ahí la importancia de notificar que el satélite no es operado por un país, sino por otra nación.
Puntualizó que el país no ha reportado varios satélites, como es el caso del Sky México, donde Televisa tiene una participación importante y es su obligación hacerlo, por los tratados firmados.
Mejía-Kaiser participó en el VIII Encuentro Internacional ReLaCa Espacio México 2023 “Fortaleciendo la integración latinoamericana desde el ámbito espacial”, realizado la semana pasada en la Ciudad de México.
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