Tras el impacto exitoso de la misión DART de la NASA en el asteroide Dimorphos, los científicos han enfrentado una serie de resultados extraordinarios. El más reciente de ellos es el alargamiento inesperado de su período orbital alrededor de su compañero más grande, Didymos.
En septiembre del año pasado, la NASA llevó a cabo la misión DART (Prueba de redirección de doble asteroide) con un costo de 308 millones de dólares.
La nave espacial, del tamaño de un refrigerador, impactó deliberadamente el asteroide Dimorphos, de 160 metros de ancho, a una velocidad de 22,500 kilómetros por hora. El objetivo era cambiar su trayectoria orbital alrededor de Didymos, un par binario situado a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
La misión fue un éxito rotundo; el impacto alteró el período orbital de Dimorphos alrededor de Didymos en más de media hora, cambiando su posición decenas de metros, superando ampliamente el objetivo inicial del equipo DART de 72 segundos. Esto resalta el potencial de utilizar impactadores cinéticos para redirigir asteroides peligrosos, pero también plantea numerosas preguntas.
Durante el impacto con Dimorphos, se observó un efecto de retroceso, similar al funcionamiento de un pequeño motor de cohete, lo que mejoró significativamente la fuerza del impacto, el cual es cuatro veces más potente que si la nave espacial hubiera chocado sin expulsar material.
El segundo resultado inesperado fue la creación de una "nube de rocas" alrededor de Dimorphos, ya que el impacto lanzó al espacio aproximadamente dos millones de libras de roca polvorienta, equivalente al llenado de seis o siete vagones de ferrocarril. Usando el telescopio espacial Hubble, se identificaron cerca de Dimorphos unas 40 rocas.
Aunque no representan una amenaza para la Tierra, este hallazgo plantea la posibilidad de que desviar un asteroide peligroso podría resultar en rocas potencialmente peligrosas dirigidas hacia nuestro planeta.
El tercer hallazgo inesperado fue presentado recientemente en una reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense por investigadores de la Escuela Thacher y la Universidad de California en Berkeley. Utilizando el Observatorio Thatcher de 0,7 metros en California, midieron el período orbital de Dimorphos entre 20 y 30 días después del impacto y descubrieron que se había prolongado aproximadamente un minuto, resultando en una rotación de 34 minutos alrededor de Didymos, en lugar de los 33 minutos iniciales.
Este fenómeno sorprendente contradice las expectativas, ya que se esperaba que el impacto acortara el período orbital. Los científicos están desconcertados y reconocen que ninguna teoría previa puede explicar este cambio.
Aunque se ha sugerido que la nube de escombros podría estar influyendo en la trayectoria de Dimorphos, no se ha confirmado como la causa principal.
Para obtener más respuestas, se requerirá de más observaciones y estudios por parte de la comunidad científica. La próxima misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA), programada para octubre de 2024, será una contribución importante para comprender mejor el sistema binario Didymos-Dimorphos y profundizar en los resultados inesperados de la misión DART.
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