Muy exitosa resultó la Prueba de redirección de doble asteroide (DART por sus siglas en inglés) de la NASA, al estrellarse contra el asteroide Dimorphos, la tarde de este lunes 27 de septiembre.
La misión tuvo como principal objetivo comprobar si este tipo de impacto cinético puede ayudar a desviar un asteroide que suponga una amenaza para la Tierra.
La nave espacial DART, del tamaño de un autobús escolar, estuvo viajando para alcanzar su objetivo de impactar un asteroide desde su lanzamiento en noviembre de 2021, y se dirigió a un sistema de doble asteroide, donde uno de ellos de pequeño tamaño, tipo "luna", llamado Dimorphos, orbita un asteroide más grande, Didymos.
Didymos, que significa "gemelo" en griego, tiene casi 780 metros de diámetro, mientras que Dimorphos mide unos 160 metros de diámetro, y su nombre significa "dos formas".
En el momento del impacto, Didymos y Dimorphos estuvieron cerca de la Tierra, a unos 11 millones de kilómetros, ambos no representaban ningún tipo de riesgo de colisión contra nuestro planeta, ni antes ni después de la misión.
Con el impacto, la NASA previó un cambió de velocidad de Dimorphos en un 1% mientras orbitaba alrededor de Didymos. Con el empujón, se desplazó a Dimorphos pero la colisión no cambiará la trayectoria del sistema binario alrededor de la Tierra, ni aumentará sus posibilidades de convertirse en una amenaza para nuestro planeta, informó el organismo.
La nave espacial compartió su visión del sistema de doble asteroide a través de un instrumento conocido como Cámara de Reconocimiento y Navegación Óptica de Didymos, o DRACO.
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