Aviones y aeropuertos ocasionan problemas preocupantes de contaminación acústica, producto de sonidos excesivos provocados por actividades humanas, lo que causa efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de la población metropolitana, alertó la especialista mexicana Jimena de Gortari Ludlow, arquitecta, activista y doctora en el efecto del ruido.
El ruido prolongado provoca en el organismo humano, entre otros aspectos, falta de descanso, estrés, ansiedad, dolor de cabeza, hipertensión, problemas digestivos y trastornos del sueño.
150 colonias, representadas por el colectivo “Más seguridad menos ruido”, ha tratado de negociar por todos los medios con Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) el cambio de rutas, que por ahora no sólo producen incomodidad y enfermedades por el impacto de las explosiones constantes que producen las aeronaves a raíz del rediseño aéreo, que por su naturaleza invaden las zonas poblacionales construidas en terrenos ascendentes y que por lo tanto sobrevuelan extremadamente cerca del terreno.
Ya anteriormente habíamos abordado el tema y quedamos en pausa esperando noticias de la solución, que ya los directivos de Seneam habían propuesto y que presentaron a los especialistas y estudiosos del impacto de ruido; entre ellos, el especialista y renombrado en el medio Rafael Trovamala, su empresa y equipo.
El rediseño, no sólo está afectando a la población, en el aspecto de generación de ruido, sino que es un peligro latente debido a los cruces constantes y los conos de control aéreo que se sobreponen unos sobre otros, poniendo en riesgo de colisión a las aeronaves unas contras otras y a la posibilidad de un evento CEFIT (Control Flight Into Terrain), en español, “vuelo controlado hacia el terreno”, debido a la orografía de la Ciudad de México.
A menos de 11 meses del término de este sexenio, esperamos que Seneam rectifique este gran error, producido por los administradores anteriores, que permitieron sin ningún estudio y equipo calificado.
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