La seguridad aeroportuaria requiere atención continua las 24 horas del día, los siete días de la semana, por lo que resulta fundamental contar con leyes que regulen las operaciones de drones, así como con tecnologías que permitan su detección y control, coincidieron especialistas en un foro internacional.
Durante la videoconferencia organizada por el Consejo Internacional de Aeropuertos para América Latina y el Caribe (ACI-LAC), titulada “Seguridad operacional y física aeroportuaria en la era de los drones: amenazas emergentes y soluciones para aeropuertos”, Slaiby Stephan, director comercial global del área de Sistemas de Vigilancia y Misión de Terma, advirtió que los drones pueden representar una amenaza emergente para los aeropuertos.
“Los drones son una amenaza nueva que está apareciendo. Aun cuando existan altos niveles de seguridad, las medidas actuales no están preparadas para enfrentar este tipo de riesgos, además de que hay escasez de expertos en la materia”, señaló Stephan.
En su ponencia, el directivo de la empresa -compañía que provee soluciones tecnológicas para la seguridad en aeropuertos, incluyendo radares de vigilancia primaria y radares de movimiento de superficie- comentó que ellos ven los desafíos relacionados con la seguridad aeroportuaria.
“El dron es una amenaza nueva que está entrando, así que aún y cuando se tenga mucha seguridad, la seguridad no está lista para lidiar -con esto- y luego falta de expertos”, dijo.Precisó que si bien hay drones que no son una amenaza real, pero cualquiera que vuele en el corredor -perímetros de seguridad de los aeropuertos- representa una amenaza, lo que lo vuelve en algo que debe monitorearse.
Alertan en EU sobre vacíos legales y operativos
Brandon Youngblood, cofundador y director ejecutivo de Drone Security Services (DSS), explicó que en Estados Unidos los drones se clasifican según distintos criterios, entre ellos su cumplimiento con las regulaciones federales para operaciones seguras.
También existen los llamados “operadores negligentes”, personas que desconocen las normas y vuelan drones en zonas restringidas, como aeropuertos o eventos masivos.
En algunos casos, dijo, se han tenido que cerrar eventos por la presencia de drones, por lo que será un problema, ahora que viene el Mundial de Futbol 2026 y en 2028, con las olimpiadas en Los Ángeles.
Por ello, expresó, se tiene que educar a los operadores, así como tener controladores más capacitados; pero el problema está en las personas que usan los drones para meter droga a Estados Unidos o contrabando a las prisiones.
El cofundador y director ejecutivo de DSS explicó que, en Estados Unidos, en su marco legal, “es ilegal disparar y tirar un dron”, ya que a estos se les define como una “aeronave” y hasta que esto no cambie no se puede derribar un dron.
Recordó que en 2018 el Congreso de Estados Unidos adoptó tres leyes para darle al Departamento de Defensa, de Energía y Seguridad, la “posibilidad de tomar acciones contra los drones”, pero esto a nivel Federal.
Youngblood comentó que hay una larga lista de ideas que hay en el Congreso -de Estados Unidos- para ver cómo manejar el tema de los drones.
Opciones tecnológicas de defensa
En tanto Morten Hasborg, director Comercial de My Defence US, dijo que muchos drones tienen diferentes frecuencias y ellos se han encargado de irlos catalogando en una “biblioteca” que les ofrecen a sus clientes para que sepan a qué tipo de aparatos pueden detectar en sus radares.
My Defence US es una empresa de innovaciones militares, donde a través de sensores pueden ubicar todo tipo de drones.
Mencionó que la tecnología para detectar drones es amplia; por ejemplo, la solución perimetral, que se puede poner en un aeropuerto, puede detectar drones hasta por 10 kilómetros, no importa el tamaño.
Además de que su tecnología la pueden montar en unidades móviles, y así detectar drones hasta por 2 kilómetros; entonces rastrean la frecuencia del dron y afectar su frecuencia, además de ubicar al piloto -operador del mismo- y detenerlo.