Pues, al parecer, se abrió la ruta para concretar la venta de los activos restantes de Mexicana de Aviación, más las marcas, que pasarán a formar parte del patrimonio federal. Los activos, consistentes en 3 inmuebles, dos simuladores de vuelo y un stock de refacciones, quedarán presumiblemente en manos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y servirán posiblemente para apoyar las labores del Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC), que tiene la encomienda de capacitar y de evaluar a los empleados de la propia AFAC y al Personal Técnico Aeronáutico.
Pese a que ni los simuladores ni los inmuebles son modernos o están en las mejores condiciones, sí pueden formar parte de los activos de AFAC y presumiblemente habría recursos dentro de este organismo o de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para adquirirlos. Ya será cosa de que los titulares decidan quién o quiénes firmarán la orden de compra.
El otro lote de activos es el de las intangibles marcas que pertenecieron a Mexicana. La propia marca Mexicana más las que vienen en el paquete, entre las que se incluyen Click, VPT, etc. Aquí es más difícil saber quién tiene atribuciones y recursos para comprarlo y, en caso de no ser la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o la empresa Olmeca-Maya-Mexica de reciente creación, pero con un capital social cuatro veces menor al necesario para adquirir apenas el nombre, se ve difícil que Hacienda le asigne los montos necesarios. Aunque, claro, nada es imposible en estos tiempos.
Una vez definido esto, queda todavía un largo camino por recorrer en el sector judicial para que se complete el expediente, se haga el engrose y tal vez que se desechen los nuevos recursos de apelación, si es que vinieren, por parte del grupo de jubilados que ganaron en su momento un laudo.
A este camino procesal podría seguir otro al que la ley obliga al menos a los organismos públicos, que incluye tanto al Síndico de la quiebra -la cual nunca causó estado a pesar de haber sido decretada desde el 2014-, como al resto de acreedores que podrían interponer demandas y que los jueces estarían obligados a responder, así sea sólo para decir que los trabajadores tienen el derecho de primacía de lo que quedó de los activos de la empresa que, se supone, en ese acto quedaría extinguida.
En fin, el asunto, aunque se vea fácil, está lejos de serlo. No es un final feliz, pero es un final posible y -permítasenos un arcaísmo- decoroso. Ya será cosa de la Sedena el darle viabilidad al nombre de Mexicana de Aviación para sentirnos orgullosos, otra vez, de que ese nombre se exhiba en distintos aeropuertos del país e incluso fuera de él.
Mientras tanto, estamos a la espera de que se logre la Categoría 1… sería interesante saber qué pasó y si el plazo era de 40 o de 90 días, porque lo que es un hecho es que la aviación mexicana tiene un talón de Aquiles en este asunto.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: raviles0829@gmail.com
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments