
El problema de la asignación de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no tiene solución. El que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), haga estudios en torno a este tema no deja de ser un recurso cosmético para mostrar que hace algo en un sector que ya ha sufrido demasiado por ser mal comprendido por estos “chicos de buenas calificaciones”, como diría el Jefe Diego.
Lo que llama la atención es que los argumentos que sirvieron de base para evitar la concentración de nuestras dos troncales nacionales en el pasado (es decir, Aeromexico y Mexicana), hoy son usados en sentido contrario para evitar que Aeromexico siga adelante y sea exitosa… ¿pues por qué tanto rencor?
Pero vayamos por partes: el asunto de los slots del AICM no tiene solución por la simple y sencilla razón de que cualquier decisión para cambiar la posible designación de estos “espacios-tiempo” de operación, se enfrentaría a una larga lucha legal que tal vez se resolvería cuando ya sea irrelevante, es decir, cuando se inaugure el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que tendrá tantos slots que, en principio, no requerirá de resoluciones de esta naturaleza.
Y es que nuestra legislación, por muy anticuada que le parezca a los chicos Cofece porque se deriva de nuestra Constitución y las leyes que de ella han emanado, está vigente y dice claramente que la asignación de los slots es obligación de los comités de horarios y está sujeta a una serie de consideraciones que le garantizan a las aerolíneas sus derechos adquiridos. Por eso es que querer violentar este marco implicaría una lucha jurídica.
Por otro lado, es curioso cómo la Cofece (antes CFC) evitó la concentración definitiva de las extroncales nacionales (Aeroméxico y Mexicana) en la Controladora Cintra (la cual se hubiese vendido hasta con ganancia para el erario público de no ser por esta circunstancia). En aquellos años se advirtió que esto podría traer consecuencias graves para el mercado interno y una incapacidad de nuestras aerolíneas para poder competir en el mercado externo, en particular con Estados Unidos.
Entonces, su argumento fue que lo que esa Comisión hacía era velar por garantizar las condiciones de competencia en el mercado interno. “El mercado externo no nos toca y no podemos hacer nada porque ahí no tenemos ninguna competencia” (sic de los dos expresidentes), seguida del elogio a las aerolíneas extranjeras cuyo servicio les parecía mil veces mejor (!!)
Ahora, cuando se habla de los slots del AICM y el pleito de Volaris e Interjet contra Aeroméxico para evitar que esta última obtenga la Inmunidad Antitrust (ATI) para poder consolidar sus acuerdos con Delta, esgrimen el argumento contrario y hablan de un monopolio en el mercado de las rutas de Estados Unidos. ¿Pues en qué quedamos? ¿No que ese mercado no le tocaba a la Cofece?
Lo que sí vemos es la falta de visión de largo plazo y enfoques muy pequeños y muy cortos. La Cofece haría bien en buscar otros horizontes y evitar el gasto inútil en un problema que se resolverá próximamente.
Y el sector aéreo haría aún mejor en reunirse, encontrar aquellos puntos en los que tienen coincidencia (como la necesidad urgente de tener mejor personal capacitado, planear sus alianzas futuras, la mejor conectividad interna y la expansión hacia mercados extranjeros) y conjuntar voluntades para tener certeza jurídica en esos derroteros. El enfoque es más amplio pero seguro más redituable.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx
Twitter: @charoaviles
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