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13/04/2025

“No eres lo que logras, eres lo que superas”

Francisco M. M… / Jueves, 10 Abril 2025 - 01:00

Hace apenas un par de días se festejó en todo el mundo el día del piloto aviador y bien merecido.

Mucho estudio, disciplina, orden en el quehacer de todos los días, un alto sentido de ética, responsabilidad y consciencia plena de la enorme  responsabilidad adquirida ha dado a este  gremio alrededor el mundo un lugar y reconocimiento muy especiales.

No  en todos los casos estos profesionales de la industria se pueden “casar”  con la profesión y  por eso mismo desde los días de estudiantes un instructor  preparado puede darse cuenta de quién de ellos  tiene lo que se requiere  para  realmente volar un avión y no solo para subirse a él asegurando una carrera productiva y en el futuro la vida de sus pasajeros.

La vida del piloto profesional es una vida plena de diferentes sabores y sentimientos. Debe estar listo y bien dispuesto para vencer  grandes obstáculos y al mismo tiempo vivir muchas maravillosas satisfacciones pero requiere de un carácter muy especial y de un enorme compromiso personal.

Por la propia condición de su trabajo el piloto profesional conoce muy bien lo  que es la verdadera soledad cuando se pierde de nacimientos o aniversarios, Navidades y cumpleaños o cualquier otra fecha importante estando lejos de casa y familia, pero también se llena de satisfacción muy especial al ver a sus  pasajeros bajar del avión contentos después de un vuelo seguro.

Ya sea un piloto de avión de transporte comercial de pasajeros, de aeronaves  de carga, de aviación corporativa, de Helicópteros o agrícola siempre lleva en mente que trabajar con total seguridad, empezando por la de él mismo, es la parte más importante del trabajo y que es necesaria la conciencia de estar siempre preparado para lo inesperado, sin embargo, tristemente muchos  accidentes e incidentes aéreos a través del tiempo han sido consecuencia de la falta de rigor en el cumplimiento de los estándares y protocolos de seguridad que los profesionales de la aviación deben observar en todo el mundo y en cada vuelo.

Ha sido la complacencia o exceso de confianza en las nuevas tecnologías una parte importante de estos eventos de los que en los últimos tiempos nos hemos enterado.

Decían los clásicos que el diablo está en los detalles y si revisamos los dictámenes oficiales de variados incidentes y accidentes del pasado podemos concluir en que es en esos detalles que afectan el comportamiento humano  y provocan la complacencia o el “ahí se va” donde encontramos las causas probables.

Las escuelas y academias de vuelo tienen la primera responsabilidad en la formación de pilotos profesionales y es ahí justo durante  la admission donde  deberían existir  procesos estandarizados como  los primeros filtros para poder garantizar de alguna manera la graduación de pilotos con formación adecuada y poder de llegar más “completos” para después poder aplicar en las  diferentes posibilidades de trabajo que cada día están exigiendo más y mejor o preparación.

Obviamente la autoridad aeronáutica de cada país debería ser  la encargada de la vigilancia de estos procesos iniciales para poder garantizar de alguna manera graduados más conscientes y mejor preparados sobre  la responsabilidad que implica el trabajo  como piloto aviador .

Las diferentes empresas aéreas también hacen un trabajo excepcional entrenando y capacitando a sus pilotos y  preparándolos para estar tras los controles de las aeronaves más grandes y modernas fabricadas hasta hoy.

Cada día hay un mayor tráfico de aeronaves de todo tipo, cada día las exigencias obvias para los profesionales del vuelo  son mayores  y cada día también más de  675 mil pilotos aviadores representan la última línea de defensa para evitar todo tipo de  incidentes y accidentes de aviación.

Ellos están poniendo todos los días y en todos los cielos del mundo lo mejor de sí mismos, sus capacidades y habilidades para transportar los 12 millones de pasajeros que vuelan a diario  enfrentando todo tipo de condiciones de tiempo y de vuelo.

Los índices de seguridad siguen siendo los más altos de la historia alcanzando  niveles mayores al 97%  pero el piloto aviador no  baja  la guardia y así  garantiza la valiosa vida de los pasajeros y costoso equipo puestos bajo sus cuidado.

De verdad se merecen el festejo y el reconocimiento 

Felicidades a todos los pilotos profesionales y desde aquí nuestros mejores  deseos porque tengan felices despegues y seguros aterrizajes siempre.

“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”

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