Con mi cariño y admiración para el Cap. Gonzalo Blanco J., agradecido por el compañero, profesional comprometido y gran amigo que supo ser. Descanse en paz.
En 2009, Enrique Rojas publicó esta reflexión sobre la verdadera amistad, una amistad honesta y sincera como esa que nos unió siempre a mi querido Gonzalo y a mí.
A pesar del tiempo y la distancia, siempre compartimos las alas y 50 años de estar cerca uno del otro, siempre que fue posible y cuando fue posible.
Con todo respeto, hago mías esas palabras de Enrique Rojas y me permito transcribir algunos fragmentos de su columna, publicada en el portal El mundo de España.
“La amistad es un sentimiento positivo entre dos personas, que se inicia a través de una simpatía y estimación mutua.
“Son muchos los fenómenos que se producen en su interior, pero podrían resumirse diciendo que se trata, ante todo, de un estado subjetivo en el que el protagonista es uno mismo.
“Por medio de ese estado se percibe un cambio agradable que recorre la intimidad y la modifica en positivo.
“Es también una experiencia personal, que conocemos por nosotros mismos y no por lo que nos cuentan otras personas.
“Hay diferentes grados de amistad. Porque lo cierto es que pocas amistades llegan a ser íntimas.
“La amistad supone cultivo de los sentimientos, trabajo psicológico que exige correspondencia -no puede ser unilateral-. No es un sentimiento estático, sino dinámico.
“Puede ir a más, pero también por diferencias, enfados y tensiones, enfriarse e ir a menos. Utilizamos con demasiada licencia, sin precisión., la palabra amistad. Esta es una forma de amor sin sexualidad y encierra una pasión por lo absoluto.
“En la amistad de cierta intensidad se produce la comunicación de dos vidas y de dos realidades.
“Uno asiste a la existencia del otro y viceversa. Supone dejar entrar en la ciudadela interior, en los pasadizos del propio castillo, al otro, para que vea y observe lo que allí hay.
“Este proceso empieza por dejar que el amigo venga a nuestra casa y vea cómo es nuestro hogar y qué estilo de vida tenemos.
“La amistad es una de las grandes fuerzas de la vida, que tira de nosotros y, al mismo tiempo, nos ayuda a mantener los pies en la tierra.
“La amistad requiere cuidados y mucha atención. Los campos no se riegan a base de trombas de agua, sino gracias a la fina lluvia que empapa la vida poco a poco.
“Esta humedad cala, perfora, se cuela y penetra en la tierra, empapando hasta las raíces mismas; éste es el modo de cultivar una amistad intensa.
“Cabe preguntarse: ¿es posible tener un verdadero amigo en los tiempos que corren?
“La respuesta es sin duda afirmativa, pero no hay que olvidar que la amistad profunda implica el riesgo de abrirse al otro, de dejar que nos conozca tal y como realmente somos.
“Hay toda una serie de ingredientes que se arremolinan en torno a la amistad, y conviene detenerse en ellas.
“Una fundamental es no hablar nunca mal de nadie, bajo ningún concepto. Ello es un síntoma de madurez y equilibrio.
“Es formidable ver a un amigo nuestro al que nunca hemos oído decir nada contra nadie, al que se le pone en un aprieto o se le hace una pregunta capciosa en la que debe mojarse, y que tiene el arte, la habilidad y la coherencia de no decir nada negativo. Si no puedo hablar bien del otro, me callo.
“El respeto al otro es clave. En las relaciones superficiales hay mas laxitud y se puede escapar algo nocivo, descalificante.
“Siempre hay correveidiles y personas frívolas, y resulta importante no prestarles atención. ¡Cuántos disgustos y malentendidos se evitan siguiendo esta línea!
“Amar es alegrarse con el amigo y sufrir con sus pesares. Alegría y tristeza recíprocas.
“Aristóteles dice en su Etica a Ecudemo que amar es alegrarse. Y Benito Espinoza en su Etica nos recuerda que «el amor es una alegría que se acompaña de una causa exterior».
“Amar a Mozart, por ejemplo, es alegrarse uno de sus conciertos y celebrar que un hombre así existiera. Amar con un paisaje de Castilla es recrearse la vista con aquella visión. Amar de veras a un amigo es alegrarse de que lo hayamos encontrado y querer estar a menudo con él.
“Amar el placer con alegría.
“Toda amistad como todo amor, está sujeta a los vientos exteriores, a las vicisitudes y altibajos de la vida.
“La vida casi nunca es rectilínea, se caracteriza por ser desigual, serpenteante, inesperada, igual que el amor sufre padecimientos
“La amistad sirve para el cultivo de los sentimientos. La afectividad es el espacio donde uno vive y se muere.
“La vida humana es abierta y argumental: no está todo dicho ni todo es definitivo; necesita puntos sólidos en donde apoyarse…”.
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