La fabricación de nanosatélites -en el sector espacial- ha sido centro de atención en los últimos años, debido a los avances tecnológicos y a la creciente demanda de servicios satelitales. Los nanosatélites (pequeños y ligeros, basados en el estándar CubeSat modular 1U, 3U y 6U, entre otros), suelen pesar entre 1 y 10 kilogramos, ofrecen varias ventajas sobre los grandes satélites tradicionales, como costos más bajos de desarrollo y puesta en órbita, plazos de desarrollo más cortos y mayor flexibilidad de despliegue.
El proceso de fabricación de nanosatélites implica varias etapas, desde el desarrollo conceptual, el diseño, la integración, las pruebas y, por último, el lanzamiento. Una de las principales ventajas de los nanosatélites es su flexible diseño y construcción simplificados, que permiten una gran producción y despliegue rápidos. Los satélites tradicionales suelen tardar años en desarrollarse y lanzarse, mientras que los nanosatélites pueden construirse y desplegarse en cuestión de meses.
Las firmas consultoras en el mercado espacial y satelital, entre las que destacan Euroconsult, Bryce Space and Technology, Northern Sky Research (NSR), SpaceWorks Enterprises, Telespazio, The Tauri Group, Futron Corporation, CI Consultoría Internacional (en México), entre muchas otras, reconocen el potencial de la fabricación de nanosatélites y el impacto que puede tener en el mercado de servicios por satélite. En sus respectivas investigaciones y análisis exhaustivos que publican constantemente, con el propósito de identificar para sus clientes las necesidades reales del mercado y las oportunidades que la tecnología de los nanosatélites puede ofrecer, se da cuenta de la situación real del mercado, muchas veces sobrevalorado. Una de las principales necesidades identificadas por estas consultoras es la creciente demanda de conectividad global.
Con el rápido crecimiento de internet, los dispositivos IoT y la comunicación digital, se requieren servicios satelitales asequibles y accesibles para proporcionar conectividad a zonas remotas y desatendidas. Los nanosatélites ofrecen una solución rentable para salvar la brecha digital y llevar la conectividad a internet a regiones con infraestructuras limitadas.
Otra necesidad crucial identificada son las capacidades de observación de la Tierra (EO) y la teledetección. Los nanosatélites equipados con sensores de imagen de alta resolución y otros instrumentos de teledetección de gran desempeño, pueden proporcionar datos valiosos para diversas aplicaciones, como la agricultura y pesca de precisión, catastro, monitoreo y vigilancia del medio ambiente, de infraestructura crítica y seguridad nacional, la gestión de los desastres provocados por fenómenos naturales, la planificación urbana, entre otras. Los nanosatélites pueden desplegarse en constelaciones, lo que permite pases frecuentes en las zonas de observación y una cobertura global, mejorando así la precisión y precisión de los datos de observación de la Tierra.
Además de la conectividad global y la observación de la Tierra, los nanosatélites también satisfacen las necesidades de la comunidad científica. Pueden utilizarse para la investigación científica y la experimentación en el espacio, permitiendo a los científicos estudiar fenómenos como la microgravedad, la radiación y la meteorología espacial, entre muchas otras áreas. El tamaño compacto y los costos reducidos de los nanosatélites los hacen accesibles a un espectro más amplio de investigadores e instituciones educativas, fomentando la innovación y la colaboración en la comunidad científica. Asimismo, los nanosatélites desempeñan un papel crucial en la validación de tecnologías y la demostración de capacidades en órbita. Las nuevas tecnologías y cargas útiles pueden probarse y validarse en el espacio utilizando nanosatélites antes de implementarlas en misiones satelitales más grandes y costosas. Este enfoque reduce el riesgo y el costo asociados al desarrollo tecnológico y acelera el ritmo de la innovación en la industria satelital y espacial.
La creciente demanda de constelaciones de satélites pequeños -ya he dedicado previamente una columna a las mega constelaciones- para comunicaciones globales y aplicaciones de teledetección, es parte de la reconfiguración de la industria satelital basada en la construcción de satélites más pequeños que impliquen una menor inversión y que provean servicios y aplicaciones accesibles para diferentes industrias. Al desplegar un gran número de nanosatélites en constelaciones coordinadas, los proveedores de servicios pueden lograr una cobertura mundial, reducir la latencia y mejorar las tasas de observación de datos -en promedio, cada satélite recopila aproximadamente 300,000 kilómetros cuadrados de datos por día-. Este enfoque permite capacidades de vigilancia, monitoreo, seguimiento y comunicación en tiempo real que antes no eran factibles con los satélites tradicionales.
Para satisfacer estas necesidades reales del mercado de servicios por satélite, las consultoras especializadas en el mercado satelital y espacial recomiendan varias estrategias a los fabricantes de nanosatélites. En primer lugar, destacan la importancia de la estandarización y la modularidad en los procesos de diseño y fabricación. Las interfaces y componentes estandarizados permiten una producción, integración e intercambiabilidad más rápidas, reduciendo los costos y el tiempo de desarrollo.
En segundo lugar, las consultoras sugieren aprovechar los avances en tecnologías miniaturizadas y de bajo consumo energético, como sensores miniaturizados, sistemas de energía eficientes y materiales ligeros. Estas innovaciones permiten miniaturizar las cargas útiles y los diversos subsistemas de los satélites, lo que posibilita el desarrollo de nanosatélites más pequeños y con mayores capacidades.
En tercer lugar, las consultoras subrayan la necesidad de colaboración y asociación entre fabricantes de nanosatélites, proveedores de servicios de lanzamiento y operadores de satélites. Colaborando y compartiendo recursos, conocimientos e infraestructuras, las partes interesadas del sector de los satélites pueden impulsar la innovación, reducir costos de desarrollo y operación además de acelerar el despliegue de constelaciones de nanosatélites. Situación que lamentablemente los fabricantes de satélites, por lo menos en la región de América Latina y el Caribe, no se prevé en el corto y mediano plazo.
El ejemplo más representativo en la industria satelital latinoamericana es Satellogic V Inc., empresa satelital Argentina de análisis geoespacial integrada verticalmente, cuenta con una plataforma de observación de la Tierra (EO) totalmente automatizada con la capacidad, a escala, de volver a cartografiar todo el planeta tanto en alta frecuencia como en alta resolución, proporciona soluciones accesibles y asequibles a sus clientes. Actualmente cuenta con operaciones en España, Israel, Estados Unidos y China, ya fue adquirida por CF Acquisition Corp, un fondo de inversión que le permite cotizar en el índice Nasdaq y ampliar su oferta comercial, a medida que expande sus capacidades tecnológicas y su mercado.
En noviembre 2021, Satellogic proyectó 111 satélites en órbita en 2023, sin embargo, a parecer terminará 2023 cuando mucho con 47 satélites, incluidos los 26 que tiene operando en órbita. Este 2023 sus expectativas de ventas y crecimiento de su constelación se redujeron drásticamente al grado de despedir -a inicios del año- alrededor del 18% de su plantilla laboral y postergar proyectos de inversión en Europa (Países Bajos). En una reciente actualización comercial esperaba lanzar entre 18 y 21 satélites en 2023, lo que le habría dado suficientes satélites para mapear la Tierra cada dos semanas. Esa actualización mostró que sus ingresos se quedaron por detrás de las proyecciones de 2022. De hecho, Satellogic ahora también vende satélites a sus clientes, en lugar de solo imágenes y, espera que esta esta nueva línea de negocios -sistemas espaciales- le provea de nuevos ingresos.
En México, únicamente Space Zero Gravity está incursionando como desarrollador de tecnología satelital y mantiene contacto con Satellogic, Thrusters Unlimited, que opera satélites de EO y provee de imágenes satelitales, así como V++ que está especializada en análisis de Big Data obtenido por nanosatélites y UAS (unmanned aircraft system). El desarrollo de capacidades en nanosatélites es aún incipiente en el país, sin embargo, la reforma constitucional en materia espacial y la previsible ley secundaria (Ley Nacional de Desarrollo espacial), puede atraer inversiones nacionales y extranjeras decisivas e impulsar el ecosistema espacial en México, con un importante componente basado en la industria satelital.
A pesar de la situación real de la industria satelital, que se encuentra en permanente evolución, la fabricación de nanosatélites ofrece un inmenso potencial para responder a las necesidades reales del mercado de servicios satelitales. De ahí la importancia de los nanosatélites para proporcionar conectividad global, capacidades de observación de la Tierra, oportunidades de investigación científica y validación de tecnologías. Mediante un adecuado análisis del mercado, la demanda y la adopción de estrategias efectivas, como la estandarización, el aprovechamiento de tecnologías miniaturizadas y el fomento de la colaboración, los fabricantes mexicanos y latinoamericanos de nanosatélites pueden satisfacer las demandas del mercado e impulsar el crecimiento de la industria de los satélites en el futuro inmediato.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments