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28/03/2024

Visión y aviación

José Luis Merino / Martes, 1 Junio 2021 - 21:32

Más del 80% de la información que recibe un piloto en cabina es a través del sentido de la vista. Aún en un vuelo por instrumentos, el sentido de la vista es primordial para el desempeño seguro de una operación aérea, ya que la observación constante del panel de instrumentos (donde se encuentran elementos de gran importancia como el altímetro indicador de la velocidad del viento, indicador de curso y rumbo, horizonte artificial así como instrumentos de motor y navegación y selección correcta de frecuencias de radio, radio navegadores y satelitales) requiere de una vigilancia constante por parte de la tripulación, convirtiendo una cabina de vuelo en un espacio sumamente caótico envuelto en una atmósfera de estrés visual, informático e incluso emocional.

Durante una operación aérea, el ojo, y en consecuencia la visión, se pueden ver alterados por muchos factores, incluyendo la exposición a agentes físicos como el polvo, una humedad relativa muy baja con un síndrome de ojo evaporativo constante particularmente en cabinas presurizadas, la fatiga de vuelo, los trastornos emocionales, infecciones oculares y otros trastornos de superficie, cambios relativos a la edad como trastornos en la acomodación y alejamiento del punto próximo de convergencia, disminución en la sensibilidad al contraste y adaptación a la oscuridad, las ilusiones ópticas y el efecto de ciertos medicamentos cómo antihipertensivos o ciertos medicamentos que actúan en el sistema nervioso central, por citar algunos ejemplos. 

En vuelo, la visión se ve alterada por las condiciones atmosféricas, el deslumbramiento, la iluminación, el deterioro y la distorsión del parabrisas, el diseño de la aeronave, la temperatura de cabina, el suministro de oxígeno (especialmente en vuelos nocturnos ), las fuerzas de aceleración y otros factores. Si el piloto requiere de ayudas ópticas como anteojos o lentes de contacto, deberá asegurarse de que la graduación sigue siendo la correcta y de que lleva consigo un segundo par de gafas de acuerdo con las regulaciones vigentes, o bien, lentes de contacto en casos de anisometropías, para evitar la aniseiconia y favorecer la fusión de imágenes y evitar supresiones constantes o intermitentes.

Algo muy importante: el “ojo” es vulnerable a las distracciones mentales. Podemos ver e identificar, sólo lo que nuestra mente nos permite ver; ahí entra en juego nuestra memoria visual y cognitiva.

Un problema inherente a la visión es el tiempo requerido para su acomodación o enfoque. Nuestros ojos se acomodan automáticamente a los objetos cercanos o lejanos antes de presentar la presbicia, pero el cambio desde algo muy cercano, como un panel de instrumentos oscuros, a un punto de referencia lejano brillante en la noche puede llevar un tiempo más prolongado.

La fisiología de la visión durante una operación aérea suele poner en jaque las capacidades sensoriales de un piloto y como oftalmólogos deben estar familiarizados para poder dar a los pilotos las mejores opciones de manejo.

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