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06/05/2025

Reducir el salario, poner en riesgo el cielo

Raúl Sergio Ll… / Lunes, 5 Mayo 2025 - 01:00

"Torre de control a Gobierno Federal… adelante. Reportamos turbulencia severa en ruta, y ustedes guardan silencio"…

Así comenzaría, si pudiera transmitirse por frecuencia aeronáutica, el llamado de alerta que hoy lanza el gremio de los controladores aéreos en México.

Profesionales los cuales, sin más reflectores que los del radar, sostienen con temple y precisión uno de los espacios más complejos y delicados de cualquier nación: el cielo.

Alguna vez escuché decir que por las manos de un controlador aéreo pasan más vidas humanas en un día, que por las de un médico en un año.

Una comparación quizás extrema, pero con la justa dimensión al peso de su responsabilidad.

La reciente reducción de hasta un treinta por ciento en sus salarios, derivada de una estricta aplicación de la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, ha encendido todas las luces de advertencia.

No hablamos de recortes administrativos. Se está tocando la línea operativa más crítica del sector aéreo nacional.

JOSÉ ALFREDO COVARRUBIAS, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta), ha elevado la voz con razón: hay menos personal, jornadas extendidas, estaciones operando con un solo controlador por turno y, ahora, un recorte que hiere la dignidad profesional.

No hace falta mirar lejos para entender los riesgos. En Nueva York —epicentro de la aviación global y dotado de tecnología de vanguardia— se han registrado incidentes serios. Y eso, en un entorno automatizado.

¿Qué podría ocurrir en México, donde muchas estaciones carecen de tecnología moderna y el respaldo técnico es, en el mejor de los casos, limitado?

Porque el problema no es solo salarial. Es una precarización sistemática: sin inversión en tecnología, sin suficiente personal y sin un plan integral de relevo generacional.

Exigir excelencia en condiciones tan desfavorables no es solo injusto. Es muy peligroso.

La seguridad aérea no admite improvisaciones.

Cada avión en el aire depende de decisiones tomadas en tierra, muchas veces bajo presión extrema.

Recortar recursos a quienes controlan ese tráfico es jugar con fuego en una pista mojada.

“Servir y nunca equivocarse” es la consigna tácita impuesta sobre este gremio. Y ellos, con vocación silenciosa, la cumplen todos los días.

Torre de control a Gobierno Federal… se solicita respuesta inmediata. El espacio aéreo no se administra con discursos: se protege con visión, con inversión y con respeto al profesionalismo.

¡Queda dicho!

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