
"Conoces mi mundo de pies a cabeza, te sabes mis gustos y qué me interesa... El punto cardinal de mi eje sentimental"...
Pocas cosas son tan contradictorias como que en un país donde millones aspiran a volar, el gobierno se empeñe en encarecer cada despegue.
Viajar en avión en México ya no es cuestión de distancia, es un lujo medido en dólares… o mejor dicho, en Tarifa de Uso de Aeropuerto, el famoso TUA, ese impuesto silencioso que nadie consulta, pero todos terminamos pagando.
Este 2025, el o la TUA, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el cual mantiene a "flote", JUAN JOSÉ PADILLA OLMOS, alcanzó los veintinueve dólares con setenta centavos en vuelos nacionales y cincuenta y seis con treinta y nueve en los internacionales
¿Mucho? Claro que sí. Sobre todo cuando te das cuenta de que hasta el sesenta por ciento del costo de un vuelo doméstico se va directo a esa tarifa. No es exageración: más que volar, lo que hacemos es financiar.
Y lo peor no es el precio, sino el destino. Cada año, el gobierno recauda unos catorce mil millones de pesos sólo por este concepto… y no, no se usan para modernizar aeropuertos ni para dar mantenimiento a las instalaciones.
Se van, en su mayoría, a pagar la deuda de una obra que nunca se concluyó: el "malogrado" Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). Una ruina hundida e invisible que seguimos pagando entre todos.
"El cielo se nubla cuando cerca de mí tú no puedes estar, se eclipsan mis días y el sol de mi oriente no despierta más"...
Pero ahí no termina la historia. También hay dinero que, de manera directa o indirecta, termina aterrizando en el hangar de Mexicana de Aviación, al mando de LEOBARDO ÁVILA BOJÓRQUEZ, esa aerolínea operada por la DEFENSA, hoy en manos del general de cuatro estrellas, RICARDO TREVILLA TREJO, la cual vuela a medias, cancela rutas sin avisar y presume una flota aún sin llegar. Un "capricho" institucional sin lógica económica ni respuesta a una necesidad pública, pero que "vuela", a punta de presupuesto y discursos patrióticos.
Mientras las y los mexicanos hacen "malabares" para visitar a su familia, trabajar en otra ciudad o simplemente vacacionar, hay quienes juegan a tener aerolínea sin asumir el costo político de su fracaso y derrochando el dinero que llega en parte del TUA...
Y no se trata de oponerse al desarrollo aeroportuario. Al contrario. México necesita aeropuertos dignos, rutas accesibles y cielos abiertos.
Pero lo que vemos hoy es un modelo donde el usuario paga cada vez más, recibe menos y financia proyectos los cuales, ni son suyos ni los pidió.
Volar debería ser una forma de acercarnos, no un impuesto encubierto para tapar deudas pasadas y aventuras de uniforme...
"Tus ojos en mi mar calientan mi horizonte y me hacen sentir completa para amar, por siempre "TUA" desde la raíz"...
¡Queda Dicho!...
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