
El Aeropuerto Ecológico de Galápagos, ubicado en la isla Baltra, Ecuador, obtuvo el nivel 4+ en el Programa de Acreditación de Huella de Carbono en Aeropuertos (ACA), otorgado por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
Con este reconocimiento, se coloca entre los aeropuertos más avanzados de América Latina y el Caribe en la gestión de carbono y reafirma su compromiso con la reducción de emisiones y la protección del ecosistema local.
Desde su apertura en 2012, el aeropuerto incorporó la sostenibilidad en su modelo de gestión. En 2015 se integró al programa de Certificación de Carbono Aeroportuario de ACI y, desde entonces, fortaleció sus operaciones con prácticas enfocadas en eficiencia energética, manejo responsable de residuos y educación ambiental.
Entre sus acciones más destacadas se encuentra el uso de energía proveniente de fuentes renovables, la instalación de biodigestores para el tratamiento de desechos orgánicos y la ejecución de proyectos educativos como Galápagos EduLab y PlastiLab, orientados a promover el consumo responsable y la conciencia ambiental en la comunidad local y los viajeros.
El aeropuerto también busca demostrar que la aviación puede operar de manera compatible con la conservación. Su gestión se alinea con las exigencias ambientales de las Islas Galápagos, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, donde la protección de los recursos naturales y la limitación del impacto humano son esenciales para la preservación del ecosistema.
En relación con este reconocimiento, Jorge Rosillo, director general del Aeropuerto Ecológico de Galápagos, afirmó que cada operación en el aeropuerto representa una oportunidad para cuidar el planeta.
Añadió que este logro es motivo de orgullo para el equipo y un impulso para continuar desarrollando iniciativas que fortalezcan la innovación y la sostenibilidad en sus operaciones.




