El proyecto de ampliación de la terminal del aeropuerto de Newcastle, Australia, continúa avanzando con firmeza. Actualmente, se trabaja en la coronación del edificio, la instalación de la cubierta abovedada y las estructuras de acero. Este desarrollo es un componente clave para la transformación del aeropuerto en un centro aéreo de mayor envergadura.
“La superestructura del edificio está tomando forma y expresó su expectativa de que la terminal esté operativa el próximo año”, afirmó Peter Cock, director general del aeropuerto.
Agradeció al Gobierno Federal por el apoyo financiero y a la Hunter Joint Organisation (HJO) por su respaldo constante a este proyecto, crucial para la región de Hunter.
La ampliación de la terminal tiene como objetivo conectar mejor a la región con el resto del mundo, facilitando tanto el transporte de pasajeros como las operaciones de carga internacional. Según Cock, esta iniciativa transformará significativamente el panorama aéreo de la región, abriendo nuevas oportunidades comerciales y de desarrollo.
Se espera que la ampliación esté completada para mediados de 2025. El proyecto es un paso esencial en el objetivo de convertir al aeropuerto de Newcastle en una infraestructura acorde a las necesidades de la región.
A medida que la estructura de hormigón de la terminal se acerca a su finalización, la atención se centra en la instalación de acero estructural y en la colocación de la cubierta abovedada.
En fases previas, se avanzó en la construcción de túneles estructurales y subterráneos esenciales para el sistema de equipaje. La próxima fase incluye el cierre del edificio con la instalación de puertas, ventanas y una fachada de cristal, programada para completarse a finales de este año.
Además, se llevarán a cabo obras de acondicionamiento interno, incluyendo las oficinas de la Agencia de Fronteras y la instalación de una fachada acristalada que permitirá la entrada de luz natural y ofrecerá vistas de la pista de aterrizaje. También comenzaron los trabajos en la subestación eléctrica que alimentará las instalaciones, incluyendo la activación de 1,236 nuevos paneles solares en el aparcamiento Premium, lo que cubrirá más del 30% de las futuras necesidades energéticas del aeropuerto.
Reconociendo la importancia nacional del proyecto, el Gobierno comprometió 55 millones de dólares australianos para la nueva terminal y ha aportado otros 66 millones para fortalecer la pista de aterrizaje, preparándose para recibir aviones civiles de largo alcance.
