El aeropuerto de Miami anunció una significativa implementación de tecnología de reconocimiento facial en al menos 20 puertas de embarque internacionales, marcando una etapa crucial en su búsqueda de eficiencia y seguridad en estos procesos.
Para los pasajeros de vuelos internacionales, el proceso implicará alinearse en el área designada por la aerolínea. Una cámara sin contacto capturará una fotografía de cada individuo y la comparará con los datos de sus pasaportes almacenados.
Este procedimiento, que apenas llevará unos segundos, elimina la necesidad de presentar el pase de abordar y el pasaporte al personal de la aerolínea.
Es relevante destacar que esta revisión mejorada aplica únicamente para los pasajeros que aborden vuelos internacionales y es gestionada por las propias aerolíneas.
Esta etapa de verificación facial es independiente del proceso de seguridad de pasajeros administrado por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), y no guarda relación con programas como TSA Precheck o Global Entry, que agilizan los controles de seguridad.
En anteriores fases, el aeropuerto de Miami ya había implementado esta tecnología en un grupo reducido de puertas de embarque internacionales en la Sala J. Los pasajeros de aerolíneas como Lufthansa, Virgin Atlantic o LATAM, entre otras, ya han experimentado este proceso.
Además, la tecnología facial ha sido plenamente implementada en los puntos de llegada internacional, representando un hito clave en su despliegue.
La secuencia operativa sigue siendo similar a la habitual: registro de equipaje, proceso de seguridad TSA y dirigirse a la puerta de embarque. Al llegar a esta última, los pasajeros encontrarán una zona de espera específica para que la cámara capture su imagen.
Esta cámara está conectada al servicio de coincidencia facial de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP). La fotografía en vivo del pasajero en la puerta se compara con las imágenes y documentos almacenados en la base de datos gubernamental. Este enlace opera de manera segura y encriptada para garantizar la seguridad de los datos.
Una vez que la cámara captura la imagen y la compara con los registros del gobierno, el pasajero puede proceder al abordaje, siempre y cuando no surjan problemas durante el proceso.
Cabe mencionar que los ciudadanos estadounidenses tienen la opción de no participar en el proceso facial y, en su lugar, mostrar su pasaporte y tarjeta de embarque. Sin embargo, los ciudadanos no estadounidenses deben someterse a este nuevo proceso en las puertas internacionales habilitadas para ello, conforme lo dispuesto por la agencia CBP.
Las imágenes digitales capturadas se almacenan en los sistemas de datos de CBP y son propiedad exclusiva de esta agencia federal.
Maurice Jenkins, director de innovación en el aeropuerto de Miami, enfatiza que se han tomado medidas para garantizar la seguridad de la encriptación y la integridad de los datos. Jenkins agrega que las aerolíneas no conservan las imágenes faciales de los pasajeros una vez que han abordado los vuelos.
La implementación continuará avanzando, y para octubre, las puertas de salida de vuelos internacionales en la Sala D de American Airlines incorporarán la tecnología de reconocimiento facial. En caso de éxito, se prevé su expansión a todas las puertas de la sala destinadas a vuelos internacionales. American Airlines, la aerolínea más grande en el aeropuerto, liderará esta fase.
El plan futuro del aeropuerto abarca la instalación completa de cámaras de reconocimiento facial en las 128 puertas nacionales e internacionales, prevista para el tercer trimestre de 2024.
Maurice Jenkins destaca que esta tecnología será exclusiva para pasajeros que aborden vuelos internacionales. La espera hasta esa fecha responde, en parte, a la necesidad de adquirir más equipos, lo cual ha enfrentado dificultades debido a problemas en la cadena de suministro.
La implementación de esta tecnología de reconocimiento facial promete agilizar los procesos de embarque, optimizando la experiencia para los pasajeros. Con la mayoría de las puertas de embarque del aeropuerto de Miami dedicadas a vuelos internacionales y domésticos de Estados Unidos, Jenkins plantea una visión a largo plazo: extender esta tecnología también a los vuelos nacionales, en consonancia con su objetivo de mejora continua.
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