La tecnología biométrica, que utiliza los rasgos físicos únicos de un individuo como son las huellas dactilares o un escaneo facial o del iris para verificar su identidad, es una prioridad para la industria desde antes de la pandemia COVID-19.
De acuerdo con información del portal afar.com, una de las soluciones es colocar más puntos de contacto, utilizando los rostros de los viajeros u otros tokens biométricos, como una forma de contrarrestar las obstrucciones en la terminal en el proceso de documentación. Con ello, los viajes involucrarán más autoservicios de alta tecnología y menos interacción humana.
“Nuestra visión del futuro es una en la que los pasajeros puedan deslizarse por los aeropuertos utilizando su cara como tarjeta de embarque, con la capacidad de viajar de cualquier lugar a cualquier otro sin necesidad de mostrar sus documentos de identidad o de compra”, indicó Sherry Stein, directora de tecnología de las Américas en SITA, empresa suiza de tecnología biométrica que trabaja con aerolíneas y aeropuertos de todo el mundo.
En los últimos años, los aeropuertos de Los Ángeles, Miami, Orlando y San Diego, se asociaron con SITA para utilizar su tecnología de reconocimiento facial, llamada Smart Path, que permite opciones de bajo o ningún contacto, como el check-in sin papel y la entrega de equipaje y la sala VIP sin contacto.
Hasta ahora han sido ejercicios de prueba, que involucran a una o dos aerolíneas en puertas de aeropuerto específicas; por ejemplo, el año pasado, United Airlines probó un sistema de escaneo facial para control de equipaje y embarque nacional con SITA en el Aeropuerto Internacional de San Francisco.
La mayoría de los sistemas más nuevos se basan en el escaneo facial, ya que es más fácil de implementar, en lugar de tomar las huellas dactilares de los viajeros o escanear el iris; en su caso, las cámaras de los aeropuertos pueden tomar una foto de su rostro y compararla con una imagen de un pasaporte o con la licencia de conducir, que ya se encuentra en la base de datos de la aerolínea.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), junto con un grupo de comercio global que representa a cerca de 290 aerolíneas, informaron que más de un tercio de los viajeros aéreos en el mundo ya han experimentado la identificación biométrica en sus viajes, con una tasa de satisfacción del 88%.
En una encuesta reciente, IATA encontró que el 75% de los más de 10,000 viajeros consultados estaban a favor de las identificaciones biométricas, frente al 46% en 2019. Por ello, el grupo también está a favor de que más aerolíneas y aeropuertos adopten una tecnología común y están ofreciendo un prototipo llamado One ID.
Con esta tecnología, en la puerta biométrica habilitada, los pasajeros inscritos observan a la cámara, que captura una foto la cual compara con la galería almacenada para la identificación biométrica. Este proceso tarda menos de dos segundos en completarse, luego de eso, la puerta habilitada se abre y genera mayor eficiencia para los viajeros.
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