El sistema de drenaje de la zona operacional de la Terminal 2 (T2), del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es insuficiente debido a los hundimientos diferenciales, los constantes encharcamientos, el crecimiento del edificio de la Terminal 1, el aumento de usuarios y personal que labora en el aeropuerto, así como el de los habitantes en la zona del Peñón.
De acuerdo con expertos consultados por este medio, es indispensable conocer con certeza el estado de la red de drenaje para obtener información actualizada que permita proyectar la reparación o situación de las tuberías y trincheras.
Adicionalmente, debe ampliarse la capacidad de recepción y bombeo del cárcamo V (contenedor instalado bajo tierra que recibe descargas de agua para almacenamiento o tratamiento), que es el punto de captación general y rebombeo del drenaje del AICM.
Un elemento fundamental para la operación aeronáutica que podría estar en riesgo de resultar dañada es la subestación eléctrica, ya que hoy en día los trabajadores utilizan bombas hidráulicas de manera provisional para desalojar el agua pluvial, sin embargo son alternativas que no solucionan el problema, sólo lo mitigan y, “una afectación en esta zona obligaría al cierre total de la terminal aérea”, señalaron especialistas de la consultora en aviación Rosa Náutica.
Para prevenir los constantes encharcamientos que se agudizan durante la temporada de lluvias, se requieren estudios topográficos de planimetría y altimetría con el fin de obtener información que determine los niveles de trabajos de limpieza, desazolve y reparaciones necesarios.
Lo ideal sería lograr un proyecto que separe los edificios de las terminales 1 y 2, para que cada estructura opere de manera independiente, pero sin perder la funcionalidad ni alterar la forma del edificio, esto permitiría llevar a cabo obras de reforzamiento que garanticen mayor estabilidad en la Terminal 2.
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