Scott Morrison, primer ministro de Australia, señaló que es poco probable que el país abra sus fronteras para la temporada navideña, advirtiendo que las restricciones prevalecerían hasta el siguiente verano, como consecuencia de la pandemia de covid-19.
Luego de la segunda ola de casos por covid-19 al sureste de Australia, particularmente con casos activos en Melbourne y conglomerados pequeños en Sídney, el gobierno de este país está tomando las medidas de protección.
No obstante, en otras partes del país el virus se ha eliminado efectivamente, por lo que funcionarios acusaron la orden como “conservadora”.
“Pero creo que es poco probable que pudiéramos regresar a una sociedad libre de restricciones, dudo que eso vaya a suceder, dudo que las autoridades médicas lo permitan. Así que solo tienes que seguir la evidencia médica de todos estos, ya sean fronteras o restricciones al comercio o de negocios locales o lo que sea”, puntualizó Morrison.
All flights from Victoria will now disembark at T1 International Terminal to ensure passengers follow the same quarantine process as international arrivals.
The status of flights from VIC will be displayed under ‘international arrivals’ on our website: https://t.co/Kavi4aJGLS https://t.co/1aLlfEwor5
— Sydney Airport ✈️ (@SydneyAirport) August 7, 2020
Al igual que otras regiones, la industria aérea australiana genera pérdidas millonarias con esta decisión; tan solo el aeropuerto de Sídney anunció que necesita recaudar 2 mil millones de dólares para mantenerse en balance.
Luego de la segunda ola de contagios, la aerolínea local, Qantas, suspendió temporalmente las operaciones de carga en Melbourne, decisión en línea a los consejos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la provincia de Victoria.
Por su parte, Virgin Australia no soportó la primera ola de contagios y a finales de abril, ingresó a administración voluntaria, buscando protección por bancarrota.
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