El Sindicato Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo (Sinacta) señala que México necesita alrededor de 300 controladores para abastecer el número de operaciones que enfrenta actualmente la industria aérea, sin embargo el panorama no es alentador y podrían pasar hasta veinte años antes de que se concrete esta meta.
En primer lugar, la matrícula de controladores más experimentados están solicitando su jubilación por la edad y por motivos de salud y no hay personal nuevo que lo sustituya”, explicó José Alfredo Covarrubias, secretario general de Sinacta.
Según los reportes de Medicina Preventiva y del Transporte, institución encargada de monitorear la salud de los profesionistas en aviación, los principales padecimientos que motivan la jubilación de controladores son: infartos, estrés prolongado y en menor medida, embolias.
Entre enero y abril de 2019, cerca de 20 controladores iniciaron sus trámites de jubilación, de acuerdo con datos de Servicios a la Navegación de Espacio Aéreo Mexicano (Seneam). “Algunos compañeros con más edad ya no soportan el estrés como cuando eran jóvenes y prefieren irse antes de ocasionar algún problema de seguridad en su estación de trabajo”. expresó Covarrubias.
Aunado a ello, el organismo no consigue estabilizar el número de jóvenes postulantes para alcanzar la meta de abastecimiento deseada, la cual incluye no sólo reemplazar a los controladores que se retiran, sino también para alcanzar la meta de 300 controladores que necesita la industria nacional.
Seneam imparte los cursos de Formación para Controlador de Tránsito Aéreo Clase III con capacidad de Radiotelefonista Aeronáutico Restringido Internacional y Meteorólogo Aeronáutico Clase I para que los alumnos que concluyan el plan de estudios puedan incorporarse a trabajar dentro de la organización.
Entre 2012 y 2016, de los 340 estudiantes que ingresaron a la carrera, cerca de 159 concluyeron la carrera e iniciaron pruebas para obtener una estación de control en Seneam, sin que esto garantice que la obtengan.
“Muchos tienen el conocimiento teórico pero enfrentarse a la labor es distinto y no todos tienen la capacidad de resistir el estrés o carecen de tolerancia a la frustración y no avanzan a la siguiente etapa”, apuntó el líder del organismo sindical.
Ante ello, Sinacta pronostica que tardarán una década, como panorama optimista, para abastecer de personal suficiente a las torres de control. Sin embargo, con las limitantes actuales, principalmente presupuestales, el plazo podría duplicarse.
Sinacta enfrenta un choque generacional
El segundo reto es que las generaciones jóvenes se adapten adecuadamente a la labor de del controlador aéreo.
“Necesitamos hacer más esfuerzos para entenderlos porque están formados en una cultura de responsabilidad distinta. Los controladores de generaciones anteriores preferían tener un problema con la familia a faltar a su turno y los jóvenes muy fácilmente faltan”, expresó Covarrubias.
No obstante, las evaluaciones de los estudiantes para controlador señalan como virtudes de las generaciones jóvenes su capacidad de reaccionar a las tareas que implican el uso y la adaptación a la tecnología.
Para inicios del año pasado, Seneam contaba con 50 controladores listos para ser contratados y aproximadamente 108 controladores que finalizarán su formación en el transcurso del año, pero quedaron en espera para recibir la autorización de las plazas por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
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