
Los viajes entre países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) representan la mayor proporción de llegadas internacionales a la región, creciendo del 37% en 2019 al 45% en 2024, afirmó Deirdre Fulton, analista de OAG.
Expresó que en un contexto global de creciente incertidumbre política y económica, esta fuerte dependencia del turismo regional podría convertirse en la carta más fuerte del Sudeste Asiático, al ofrecer un escudo frente a posibles disrupciones en los mercados de largo alcance.
Como en todo el mundo, la capacidad aérea dentro de ASEAN se vio fuertemente afectada durante la pandemia. Aunque los niveles se están recuperando de forma constante, aún no alcanzan los volúmenes de 2019, lo que indica que hay espacio para seguir creciendo.
Durante el verano de 2025, hubo 46 millones de asientos programados para vuelos entre países de ASEAN. Esta cifra representa un incremento del 7% frente al verano de 2024, pero aún se encuentra un 6% por debajo de los 50 millones de asientos registrados en el verano de 2019.
Durante muchos años, Singapur fue el epicentro del sector aéreo del Sudeste Asiático, con el aeropuerto de Changi como centro neurálgico de vuelos de largo alcance desde los países vecinos. Sin embargo, al observar la capacidad aérea intra-regional en verano de 2025, Malasia lideró con 19.3 millones de asientos programados hacia otros países del Sudeste Asiático (un 5.5% por debajo de los niveles de 2019), mientras Singapur le sigue de cerca con 19 millones de asientos (10% por debajo).
Pese a que Malasia supera levemente a Singapur en asientos programados, seis de las diez rutas más transitadas dentro del Sudeste Asiático aún inician o terminan en Singapur.
El análisis por país revela que existen focos de crecimiento destacado en la región. Vietnam está expandiendo rápidamente su huella en la aviación, registrando el mayor crecimiento en capacidad aérea hacia otros países de ASEAN entre todos los miembros del bloque.
La capacidad de asientos desde Vietnam creció un 21.8% en el verano de 2025 en comparación con el verano de 2024, y un sólido 8.5% por encima de 2019.
En particular, las rutas entre Vietnam e Indonesia, Filipinas y Laos han mostrado un crecimiento significativo en comparación con 2019. Para el verano de 2025, Vietnam cuenta con 51 conexiones hacia otros destinos de ASEAN, frente a 45 en 2019. Más allá de Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh, ciudades secundarias como Danang y Phu Quoc sumaron cinco y tres rutas nuevas, respectivamente.
Con la mayoría de las capitales del bloque ya interconectadas entre sí, el mayor potencial de crecimiento está en rutas que conectan capitales con ciudades secundarias, o directamente entre ciudades secundarias.
El crecimiento de capacidad en este segmento, verano de 2025 frente a verano de 2024, fue del 18%, lo que sugiere un aumento en la actividad y en los motivos de viaje entre estas ciudades menos centrales.
El análisis de pares de aeropuertos revela 50 nuevas rutas intra-ASEAN en verano de 2025 comparado con verano de 2019, con el mayor crecimiento proviniendo de conexiones entre ciudades secundarias.
22 de estas nuevas rutas operan desde o hacia aeropuertos en Indonesia, diez corresponden a conexiones con Malasia, incluyendo cuatro nuevas rutas desde Kuala Lumpur hacia ciudades secundarias indonesias, y tres desde Kota Kinabalu.
Ante políticas proteccionistas en discusión, un entorno económico mundial incierto y tensiones geopolíticas que afectan la disposición para viajar al extranjero, puede ser estratégico que el Sudeste Asiático concentre su enfoque turístico en los mercados más cercanos.
Incluso las fronteras terrestres presentan tensiones dentro del propio bloque, como ocurrió con el cierre de los cruces terrestres entre Tailandia y Camboya desde mediados de junio debido a disputas limítrofes, dejando al transporte aéreo como única vía confiable entre ambos países.
Las aerolíneas de la región tienen la oportunidad de seguir creciendo mediante la expansión de rutas y asientos intra-ASEAN, apuntando no solo a recuperar completamente los niveles previos a la pandemia, sino también a superarlos, especialmente a través del fortalecimiento de la conectividad entre ciudades secundarias.







