Después del fuselaje, las alas del legendario Lockheed L-1649A Super Star también han llegado a Frankfurt. Cada una mide 22 metros de largo y, junto con su estructura de transporte, pesa ocho toneladas, afirmó Lufthansa.
En 1957, el Lockheed Super Star se incorporó a la flota de Lufthansa, ofreciendo por primera vez la clase Senator como el medio de transporte más exclusivo. El objetivo principal del servicio era la conexión con Nueva York, que permitía volar sin escalas a través del Atlántico. Por lo tanto, el avión era también una obra maestra técnica.
Con una longitud total de aproximadamente 35 metros y una envergadura superior a los 45 metros, esta emblemática aeronave de los años 50 pronto podrá lucirse nuevamente como un avión completo. Su destino final será el nuevo Centro de Conferencias y Visitantes (CVC) del Grupo Lufthansa en Frankfurt del Meno.
El traslado de las alas representó un reto logístico extraordinario para los expertos de Gruber Logistics, ya que se transportaron completamente ensambladas. Los alerones, flaps con sus carenados inferiores, góndolas de motores, tren de aterrizaje y las denominadas “nose boxes” ya estaban instalados, lo que amplió el ancho de transporte a 6.40 metros. Obtener los permisos y planificar la ruta requirió una preparación de máxima precisión.
La carga y descarga se realizaron con dos montacargas de 12 toneladas que debieron operar en perfecta sincronización para mantener el equilibrio de las delicadas alas. Con el centro de gravedad ubicado en la caja alar, los operadores elevaron las alas milímetro a milímetro, en un verdadero acto de precisión técnica.
Con la llegada de estas piezas, el icónico avión de largo alcance de la década de 1950 recuperará pronto su silueta característica en el CVC. El Super Star será exhibido y accesible al público en su nuevo hogar, justo a tiempo para conmemorar el centenario de Lufthansa.