Armando Brunini, presidente del Consejo Internacional de Aeropuertos para Europa (ACI Europa) y director general de SEA Aeropuertos de Milán, emitió una fuerte advertencia sobre el deterioro competitivo de la aviación europea y su capacidad para descarbonizarse efectivamente.
Durante su intervención en el 35° Congreso Anual y Asamblea General de la asociación en Atenas, Brunini urgió a la Comisión Europea a diseñar una estrategia aérea integral que revierta el desinterés institucional hacia un sector crucial para la conectividad, la cohesión regional y la economía del bloque.
Expuso los cuatro frenos estructurales que actualmente minan la competitividad del sector: una política climática desequilibrada, impuestos punitivos, falta de apoyo a la expansión aeroportuaria y barreras regulatorias a la innovación.
“Nuestro compromiso con la descarbonización es firme. No se trata solo de nuestra licencia para crecer, sino de nuestra licencia para seguir operando. Pero si se imponen obligaciones como los mandatos de SAF (Combustible Sostenible de Aviación) o el ETS (Sistema de Comercio de Emisiones), también deben existir incentivos. Ninguna otra región impone una carga financiera como ésta al sector aéreo”, afirmó.
El ejecutivo también criticó la tendencia de varios gobiernos europeos y del Reino Unido a ver a la aviación como una fuente de ingresos fiscales, sin destinar esos fondos a cubrir los costos de la transición climática.
“Los datos muestran que existe una clara correlación entre los altos impuestos y el bajo desempeño en conectividad aérea. Una vez más, Europa es la excepción en el panorama global”, denunció.
Sobre la capacidad aeroportuaria, señaló que Europa alberga a la mitad de los aeropuertos más congestionados del mundo, mientras los gobiernos se muestran reacios no solo a autorizar nuevas expansiones, sino que avanzan en imponer restricciones que limitan la utilización de la infraestructura existente.
“Nuestros competidores globales están desarrollando capacidad como parte de sus estrategias de crecimiento económico y presencia internacional, y Europa se está quedando atrás”, dijo.
Asimismo, subrayó que los aeropuertos enfrentan severas restricciones normativas que frenan la adopción de nuevas tecnologías en seguridad, biometría y experiencia del pasajero, afectando la competitividad general del sistema.
Brunini advirtió que la falta de una estrategia aérea coordinada pone en riesgo el papel histórico de la aviación como pilar del proyecto europeo.
Entre las medidas urgentes que ACI Europa propone se incluyen la revisión inmediata del Reglamento de Slots de la UE, el cumplimiento efectivo de la normativa sobre el enfoque equilibrado del ruido aeroportuario, la adaptación del Banco Europeo de Inversiones para financiar ampliaciones de capacidad, la estabilidad regulatoria en torno a las tasas aeroportuarias y un sistema efectivo para garantizar la disponibilidad y asequibilidad del SAF.
Estas acciones deberán figurar en el Plan de Inversiones en Transporte Sostenible que la Comisión Europea presentará en septiembre, incluyendo el uso de fondos del ETS, mecanismos financieros como Book & Claim y apoyo de entidades como el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
También se solicitó que los aeropuertos regionales puedan seguir recibiendo ayudas operativas más allá de 2027 y se reclamó un mayor apoyo financiero a programas como SESAR, además de la creación de un sistema europeo de certificación de tecnologías de seguridad y procesos simplificados para impulsar la innovación verde.
Brunini cerró su intervención recordando que el éxito de la hoja de ruta hacia emisiones netas cero, conocida como Destination 2050, dependerá del respaldo político, financiero y regulatorio que la Unión Europea esté dispuesta a brindar al sector.[