La industria de la aviación atraviesa un periodo de alta volatilidad, impulsado por crecientes presiones macroeconómicas, inestabilidad geopolítica y un comportamiento del consumidor en evolución. Uno de los desafíos más significativos es la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, afirmó Herman Tse, gerente de valoraciones de Cirium Ascend Consultancy.
“Aunque algunos han sido pospuestos o reducidos, ya han afectado la confianza tanto de consumidores como de empresas”, indicó.
La calificadora Moody’s rebajó recientemente su perspectiva para la industria aérea mundial de estable a negativa, citando el aumento de la incertidumbre económica y las crecientes tensiones comerciales.
La agencia también ajustó su pronóstico de utilidades operativas, reduciendo la expectativa de un crecimiento de dos dígitos a un modesto 1%, reflejando así un cambio de sentimiento generalizado en el sector.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) publicó en junio su Perspectiva Global 2025 actualizada, en la que prevé un crecimiento más lento del tráfico de pasajeros que lo estimado anteriormente.
Los ingresos por pasajero-kilómetro (RPK) ahora se proyectan con un incremento del 5.8% anual, por debajo del 8% anticipado en diciembre de 2024. Esta estimación más conservadora se alinea mejor con el contexto económico y geopolítico actual.
Por su parte, ejecutivos de aerolíneas en diversas regiones han comenzado a hacer ajustes estratégicos.
En Estados Unidos, Ed Bastian, CEO de Delta Air Lines, advirtió en abril que “el crecimiento se ha estancado en gran medida”, lo que llevó a la aerolínea a frenar la expansión de capacidad para la segunda mitad de 2025.
En Europa, el director financiero de Virgin Atlantic, Oli Byers, observó señales tempranas de debilitamiento en la demanda desde el mercado estadounidense, lo que llevó a adoptar una planificación más cautelosa.
Mientras que Singapore Airlines Group subrayó su capacidad de reacción rápida ante la dinámica del mercado, destacando la importancia de la agilidad operativa.
Datos de Cirium muestran que las aerolíneas ya están ajustando su crecimiento programado de asientos para el tercer trimestre de 2025.
El mercado estadounidense, especialmente el segmento doméstico, presenta la caída más pronunciada, impulsada por la inflación y una menor demanda asociada a los aranceles.
“En contraste, otras regiones clave se mantienen más estables: Asia-Pacífico continúa con su trayectoria de crecimiento, mientras que las rutas europeas registran aumentos moderados pero constantes para el resto del año”, señaló el especialista.
Globalmente, la capacidad está programada para crecer un 5.3% en el tercer trimestre, por debajo incluso del crecimiento previsto por IATA.
Mientras tanto, el segundo trimestre ya se ha ajustado a la baja, ahora proyectando un crecimiento del 5.5% frente al 7.0% anticipado hace apenas 12 semanas.
Tse indicó que entre los pocos factores positivos se encuentra la caída en los precios del combustible. El crudo Brent ha descendido desde más de 120 dólares por barril en 2022 a menos de 70 dólares actualmente, lo que reduce la presión sobre uno de los principales costos de la industria.
Esto ofrece cierto alivio financiero y abre la posibilidad de que las aerolíneas reduzcan tarifas para estimular la demanda y mejorar los factores de ocupación. Muchas están enfocadas en optimizar sus horarios existentes y mejorar la eficiencia operativa.
“A pesar de los obstáculos, el panorama global de la aviación no es tan sombrío como se percibe. Se espera que la mayoría de las aerolíneas sigan siendo rentables en 2025, gracias a un estricto control de costos y estrategias de red más flexibles”, indicó el analista.
Por su parte, IATA estima que las utilidades netas globales alcanzarán los 36 mil millones de dólares (mdd), ligeramente por encima de 2024. No obstante, el panorama para 2026 es mucho más incierto, con riesgos macroeconómicos y tensiones geopolíticas que probablemente persistirán.
En este entorno dinámico, anticiparse a los cambios del mercado será clave para que los actores del sector mitiguen riesgos, identifiquen oportunidades y tomen decisiones estratégicas informadas.