Su director, el Doctor Gustavo Medina Tanco señala que la inversión en tecnología y educación es fundamental
Históricamente, México ha formado ingenieros profesionales pero orientados a la producción, es decir, enfocados en implementar productos existentes en lugar de desarrollar nuevos. Es por eso que en el Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX, se dedica a fomentar la capacidad de diseñar e innovar, señaló Gustavo Medina Tanco, líder del laboratorio en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
En entrevista con A21, el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que actualmente en LINX fomentan estas capacidades en distintos niveles. “En los laboratorios estamos 50 ingenieros, estudiantes, pero no son sólo ingenieros; una buena parte son ingenieros de todos los grupos y trabajan mano a mano con psicólogos, artistas, astrónomos, abogados, actuarios, todos trabajando juntos y realizando proyectos”.
Mencionó que cuando la UNAM entró a COLMENA, la misión cuya primera fase - de tres- que concluyó con éxito su viaje a la Luna a principios de año, fue a través de labores desarrolladas en “paquetes de trabajo” multidisciplinarios.
Explicó que el proyecto COLMENA es pequeño y en aquella primera etapa, tuvo un peso de 690 gramos los cuales se desglosaron en 360 paquetes de trabajo y cada uno fue un proyecto de implementación de tecnología e implementación, que fueron realizados por toda esa gente.
También, en el laboratorio, dijo, se hacen instrumentos científicos que vuelan a la estratósfera, al espacio, en misiones robóticas.
“Todo lo que hacemos tiene un objetivo, no es sólo un ejercicio, va a volar, entonces estamos formando a la gente en forma práctica, tienen requerimientos de cosas que no existen, tienen que encontrar y diseñar soluciones para volverlas realidad y ver cómo esas soluciones las van a implementar en forma práctica en tecnología y como validarla y cómo hacerla volar y operar”, aseveró.
El doctor en Ciencias, Medina Tanco, añadió que actualmente se están formando los nuevos recursos humanos, que son innovadores, “estos son los que pueden salir y decir dónde están mis posibilidades de modelos de negocio del sector espacial, qué es lo que puedo hacer que realmente se pueda transformar en algo comercialmente viable y hacerlo”.
Indicó que lo que buscan es tener recursos humanos que formen sus propias empresas, sus propias startups y que empiecen a “disparar todo ese ecosistema de innovación que sea auténticamente mexicano”.
Educación, como forma de invertir en tecnología
Medina Tanco afirmó que es fundamental educar a la sociedad, incluidos los gobernantes, para que comprendan que invertir en tecnología no es un gasto, sino una inversión. Al destinar recursos a la investigación y el desarrollo tecnológico, se generan beneficios que eventualmente regresan, impulsando el progreso y el bienestar general.
Explicó que toda tecnología pasa por un proceso de evolución, ya que nace como ciencia básica, que muchas veces es imposible prever para qué va a servir y después se transforma en aplicaciones más directas que acabarán en tecnologías aplicadas a la sociedad.
Por ello es que la inversión debe venir de lugares diferentes, por ejemplo, citó, cuando se trata de tecnologías ya maduras o semi maduras es la iniciativa privada la que tiene que invertir, pero cuando son las más básicas, las inmaduras, ahí es la función del Estado.
Puntualizó que la ciencia y la tecnología son infraestructura de un país, de ahí la importancia de invertir en éstas.
Indicó que los países pierden cuando tienen fuga de cerebros, y para evitarla se tiene que invertir y realizar estrategias con el fin de retener a aquellas personas que pueden cambiar a un país, con sus innovaciones tecnológicas.Dejó en claro que esto es un mal generalizado en América Latina, en particular en México, Argentina y Brasil, y en el caso particular de México, por estar pegado a Estados Unidos y por las facilidades de las empresas de venir al país, la “sangría es mayor”.
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