El fabricante de aviones estadounidense, Boeing, está envuelto en una nueva investigación por parte de las autoridades estadounidenses, esto sucede a cinco meses del incidente con Alaska Airlines, donde el panel de un 737 MAX 9 se desprendió en pleno vuelo.
Según informan medios de comunicación internacionales, la Administración Federal de Aviación (FAA), inició una indagación tras declaraciones del fabricante, donde admitió que "pudo no haber completado" inspecciones del ensamblaje de las alas de algunos aviones 787 Dreamliner.
"Al mismo tiempo, Boeing está revisando todos los aviones 787 que todavía están en producción y debe crear un plan para dar solución a la flota de aviones en servicio", añadió la FAA.
Boeing informó "de forma voluntaria" a la agencia federal que es posible que no hayan realizado las inspecciones necesarias para confirmar "la adhesión y conexión donde las alas se unen al fuselaje".
En sintonía, Boeing informó que es posible que su personal no haya completado las inspecciones requeridas, durante el ensamblaje del avión 787 Dreamliner.
“La FAA está investigando si Boeing completó inspecciones y si los empleados de la compañía pudieron haber falsificado los registros de la aeronave”, indicó la FAA.
Boeing compartió un memorando dirigido a los empleados, realizado por Scott Stoker, quien abordó este nuevo revés para la firma.
Fundamentalmente, escribió que los ingenieros habían evaluado la “mala conducta” y concluyeron que el problema no “creaba un problema inmediato de seguridad del vuelo”.
Tras el informe, Boeing se enteró de que varios trabajadores habían estado violando las políticas de la empresa al no realizar una prueba requerida pero aún así registraron el trabajo como completado.
Stocker añadió que la empresa estaba tomando "medidas correctivas rápidas y serias con varios compañeros de equipo".
Denuncias y renuncias
La investigación se produce después de que un ingeniero, que trabajó para la compañía, Sam Salehpour, denunciara que el fuselaje del 787 Dreamliner está montado de forma inadecuada y en riesgo de partirse en pleno vuelo.
En abril la FAA ya informó que estaba examinando las denuncias realizadas por Salehpour, quien proporcionó al organismo regulador documentos de Boeing que apoyarían su acusación.
En tanto, Dave Calhoun, CEO de Boeing, anunció el mes pasado que dejará su cargo a finales de este 2024.
El fabricante mencionó que el presidente de la junta directiva de la aerolínea, Larry Kellner, también dejará la compañía, pues indicó en la misma junta que no tiene intención de presentarse a la reelección en la próxima reunión anual de accionistas.
Por ello, la junta eligió a Steve Mollenkopf para suceder a Kellner como presidente independiente. En este cargo, Mollenkopf liderará el proceso de la junta directiva para seleccionar al próximo director ejecutivo de Boeing.
Además de estos cambios, Stan Deal, presidente y director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, se retirará de la compañía y Stephanie Pope ha sido nombrada para dirigir a Boeing.
Kellner formó parte de la junta de Boeing durante 13 años y fue su presidente desde finales de 2019.
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