Javier Vega Dour, director general de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) invitó a A21 realizar un recorrido por las instalaciones de Seneam en el interior del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la torre de control, donde Guillermo Hernández, controlador de tránsito aéreo, explicó la importancia de esta labor.
Informó que en esta torre de control del AICM, como en cualquier otra torre de control del país, los controladores de tránsito aéreo de Seneam tienen por objetivo garantizar el transporte seguro y eficiente de personas y bienes en el espacio aéreo mexicano.
Precisó que el AICM es el aeropuerto más importante por el número de operaciones, movimiento de pasajeros y carga que se transportan día a día y se tienen seis posiciones con control para atender en la torre, dos en terminales y dos en pistas paralelas.
“En promedio realizamos cerca de 900 operaciones diarias, actualmente en la torre de control del AICM se tienen seis posiciones de control, de éstas la de mayor responsabilidad es la que se encarga de los aterrizajes y despegues y cruces de pistas activas; mientras que la posición de Coordinación se encarga de establecer las conexiones con nuestras unidades adyacentes en tierra, como en control de aproximación Centro de Control México; asimismo, se lleva registro y anotación de las tiras de progreso de vuelo tanto de salida como de llegada”, indicó Hernández.
Añadió que la posición de control terrestre sur se encarga del movimiento en tierra de aeronaves, así como de la salida de plataforma hacia el punto de espera de la pista en uso para el despegue; el control terrestre norte se encarga de control de aeronaves en tierra de la terminal 1 de AICM.
La posición de entrega de autorizaciones facilita los instrumentos a todas las aeronaves oficiales y comerciales que operan en este aeropuerto para que lleven a cabo su vuelo de manera segura.
Adicionalmente, también existe una posición en la torre de control para el control de helicópteros; es decir, de aeronaves de ala rotativa, y también de vuelos visuales, ya que, por la importancia que revisten estas operaciones, hubo necesidad de implementar esta nueva posición que permite la operación de un promedio de 100 helicópteros, que operan de manera segura en el Valle de México y hacia las ciudades de Toluca, Puebla, y otras en Morelos, en el Estado de México y en el propio Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Seguridad para toda la red de aeropuertos
Agregó que en el AICM se cuenta con un servicio de Salvamento y Extinción de Incendios de Categoría 9, cuya misión es prevenir cualquier tipo de contingencia dentro y fuera de las inmediaciones del aeropuerto, que debe tener la capacidad de respuesta en un tiempo promedio no mayor a 90 segundos para atender cualquier emergencia.
“Cabe mencionar que la red aeroportuaria de Seneam cubre más de 60 aeropuertos a nivel nacional, a la cual se está integrando recientemente el AIFA y el Aeropuerto Felipe Carrillo Puerto en Tulum. Además, hay en proyecto dos aeropuertos más que en su momento se estarán inaugurando, y facilitarán los servicios de tránsito aéreo, navegación, información meteorológica y aeronáutica para la operación ágil y eficiente de las aeronaves en nuestro espacio aéreo mexicano”, afirmó.
Por último, indicó que los controladores de tránsito aéreo en México trabajan con el respaldo de una licencia aeronáutica vigente, la cual también es avalada por una constancia psicofísica vigente, aunado a una capacitación anual recurrente con el objetivo de facilitar y prestar sus servicios en las diferentes unidades de control de tránsito aéreo de nuestro país.
A la vanguardia en equipo tecnológico
Como parte del recorrido a las instalaciones de Seneam, también se visitó parte de lo que será el nuevo Centro de Control México, donde Arturo Enriquez Ávila, jefe del este centro zonal y controlador de tránsito aéreo, nos comentó sobre el nuevo sistema Topsky HE que sustituirá al actual sistema de plan de vuelo y dato radar.
“Nos va a ayudar a controlar todas las llegadas y salidas para los aeropuertos del Centro del país; es decir, para gestionar de mejor forma los aeropuertos del AICM, Toluca, AIFA, Puebla, Cuernavaca, Pachuca y Atizapán, pero principalmente a los tres aeropuertos más importantes del país”, indicó.
Respecto a la reestructuración del espacio aéreo de la zona central del país, Enriquez Ávila explicó que estos no son hechos aislados; “yo tengo 40 años trabajando en Seneam y en ese periodo me ha tocado cuatro veces tener una reestructuración, obvio no es una constante pero en promedio se cambia cada 10 años”, indicó.
“Tener cambios en el espacio aéreo es algo normal, el más reciente fue muy mediático, aparte de tener nuevas demandas de rutas, también teníamos la nueva implementación de un nuevo aeropuerto (el AIFA) pero esto es algo normal y sucede en todas partes del mundo”, aseveró.
Indicó que estas reestructuraciones del espacio aéreo se deben hacer, no solo porque se esté haciendo un nuevo aeropuerto, también se tienen que hacer porque los flujos de las aeronaves van cambiando y las demandas van cambiando; “esa es la importancia de la aviación que es muy dinámica”, puntualizó.
“También las aeronaves van cambiando, las tecnologías van cambiando y los métodos de navegación van cambiando y nos tenemos que adaptar constantemente para poder llevar a cabo esos nuevos procedimientos”, indicó Enriquez Ávila.
“Cuando empecé a trabajar como controlador (hace 40 años), el principal destino turístico era Acapulco y teníamos un flujo de aeronaves grandísimo mientras que Cancún no existía como destino turístico; en la actualidad el aeropuerto de la península de Yucatán es el que más demanda tiene con el Centro de México; y quizá en un futuro, es posible que sea Vallarta, pues está creciendo mucho, a lo que voy es que esto es muy dinámico”, indicó.
Refirió que actualmente el área central del país se divide en 10 sectores y se cuenta en la región con cuatro de los aeropuertos más importantes: AICM, AIFA, Toluca y Guadalajara; tres de esos cuatro están en la parte central de su jurisdicción.
“Por ello, casi todos los servicios y procedimientos están hechos para darle servicio a esos tres aeropuertos y para cada puerta de entrada se tiene que hacer una línea de aeronaves una tras otra y hacer una secuencia, ya sea una para el AICM, otra para el AIFA y cuando salen los aviones que cambian de jurisdicción de traspasan al siguiente centro de control para que se vayan vigilando”, indicó.
El experto refirió que con los sistemas y capacitación de los controladores podrían tener a las aeronaves hasta con 3 millas de separación (4.8 km), pero por las condiciones del AICM no sirven para el desalojo de la pista; por lo tanto, como mínimo se dan 4 millas para que esa aeronave que aterriza, frene y desaloje y le dé tiempo de llegada para la que sigue.
“Sin embargo, las distancias también dependen del tamaño y peso de las aeronaves; no se pueden juntar una ligera con una pesada, por lo cual se pueden dejar espacios de entre 4 y 7 millas entre aeronaves, dependiendo de la turbulencia de estela”, indicó.
Demoras en el AICM
Entre las principales causas de las demoras en el AICM destacan las condiciones meteorológicas, que dan pauta del régimen de aceptación que se tiene en el aeropuerto, “cuando empieza a llover y la pista se moja, el frenado se va volviendo deficiente, si un avión utiliza 1,200 o 1,500 metros para frenar, con la pista mojada utiliza 1,600 o 1,700 lo que hace que el tiempo de utilización de la pista se alargue, por lo que tenemos (los controladores) que separar más a los aviones para que alcancen a frenar y desalojen la pista.
Explicó que posteriormente siguen las condiciones de operación del aeropuerto, en el caso del AICM se tienen dos pistas, pero como todas, requiere de mantenimiento y revisiones constantes, “si existe un reporte de contaminación por caucho o algún objeto extraño en la pista, se tiene que cerrar momentáneamente para revisar o limpiar; y en ese momento la capacidad del servicio se reduce y eso provoca que toda la secuencia de aviones que nosotros traíamos, se tenga que alargar que es lo que genera las demoras. En este caso es de mayor importancia el trabajo de los controladores para administrar y mandar el flujo adecuado de aviones que sabemos que en ese momento el aeropuerto puede aceptar, dependiendo de estas circunstancias”.
En el caso de las emergencias, si en el flujo de aeronaves alguna de ellas se declara en emergencia, que podría ser por un enfermo a bordo, falta de combustible o por cualquier otra situación, “genera que se tenga que mandar esa aeronave como prioritaria y a todos los demás los tengamos que mover y posteriormente se tienen que volver a administrar todas esas aeronaves que se movieron, lo cual provoca ciertas demoras”.
Tecnologías de comunicación de avanzada para todo el país
Por su parte, Ricardo Orozco Delgado, encargado de la Dirección de Área Técnica, explicó que este departamento se encarga de mantener toda la infraestructura y herramientas tecnológicas con las que se realiza el control de tránsito aéreo.
En el centro de datos, confluyen todos los sistemas de procesamiento radar, de comunicaciones y de toda la parte de tecnología que se utiliza en todas las fases, incluso se cuenta con una estación satelital que nos permite seguir proporcionando comunicaciones, como envío y recepción de datos en caso de una falla catastrófica en los sistemas utilizados normalmente.
“Como ejemplo se encuentra lo que sucedió en días pasados con el Huracán Otis en Acapulco, que con la falla en las comunicaciones terrestres, logramos enlazar el sistema del Centro de México y de toda la República con Acapulco, con lo cual se mantuvieron las acciones de control del tránsito aéreo en la zona.
