Durante 2021, el sector de la aviación representó más del 2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por ello, los aeropuertos de todo el mundo se han comprometido con objetivos de sostenibilidad y están tomando medidas con visión de futuro para alcanzarlos, muchas de ellas reconocidas por el programa Airport Carbon Accreditation del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI)
Por ejemplo, el aeropuerto Arlanda de Estocolmo, utiliza un acuífero como unidad de almacenamiento de energía, y está sustituyendo gradualmente su flota de vehículos por otros eléctricos.
Mientras que, en Estados Unidos, el Aeropuerto Internacional de Denver cuenta con el mayor parque de energía solar existente en un aeropuerto comercial del país. Los aeropuertos de Zúrich, Indira Gandhi de Delhi y Changi de Singapur se fijaron objetivos de neutralidad neta o de carbono cero y tienen un avance.
Sin embargo, para muchos aeropuertos, saber por dónde empezar el proceso de descarbonización puede ser uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan.
Nick Schmidt, director de Tecnología de Blueprint Power, indicó que para alinearse realmente con los objetivos de sostenibilidad, un enfoque de doble vía -abordar las emisiones en tierra y en el aire, por separado- puede ser la forma más eficiente y transparente de descarbonizar.
Los aeropuertos necesitan datos detallados y fiables sobre su consumo de energía, sus volúmenes, sus pautas y los factores que influyen en él, por ejemplo, para establecer una base de referencia adecuada de las operaciones actuales, dimensionar adecuadamente las nuevas soluciones de energía limpia y medir e informar sobre los avances en el futuro.
Explicó que herramientas de hardware como DIGBOX de Blueprint Power, pueden ingerir y organizar datos en tiempo real, y con modelización energética, para ofrecer a los aeropuertos una visión de 360 grados del rendimiento energético y la mejor forma de optimizarlo.
Con este conocimiento, los aeropuertos pueden cambiar los patrones de uso de la energía. Así podrán reducir el consumo, sobre todo en las horas punta, y disminuir las emisiones y los costos.
También ayuda la electrificación de edificios ya que, sustituye los activos ineficientes, como la conversión a iluminación LED o el cambio a bombas de calor electrificadas.
Aunado a un mejor control de energías renovables como la energía solar almacenada en baterías aumenta la resistencia energética y genera un flujo de caja adicional participando en programas de redes eléctricas que pagan por la capacidad de energía flexible.
“Cada una de estas soluciones contribuye a la descarbonización de ese ecosistema creando y aportando capacidad energética flexible a la red local y a los mercados mayoristas de energía, además de compensar a los propietarios de los activos por proporcionar capacidad flexible a la red, lo que puede reportar nuevos beneficios económicos a los aeropuertos", declaró Nick Schmidt.
También las soluciones en el aire incluyen el uso de combustible de aviación sostenible, que podría reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80% a lo largo del ciclo de vida del combustible.
“La tecnología y una gestión más granular y dinámica de la energía pueden aportar soluciones impactantes para la descarbonización. Muchas de ellas empiezan por utilizar datos sobre el consumo de energía de un aeropuerto, incluido el análisis de datos en tiempo real dentro del edificio, para ayudar a los operadores aeroportuarios a aprovechar el excedente de energía de sus edificios”.
Finalmente, los aeropuertos que puedan ajustar dinámicamente el uso de la energía en respuesta a las condiciones de la red serán fundamentales para abordar la asequibilidad y la equidad energéticas y reducir las emisiones.
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