Pablo Chávez y Juan Carlos Vázquez
El combustible de aviación sustentable, mejor conocido como SAF, va a jugar un papel fundamental para la descarbonización de la industria aérea hacia el año 2050, aseguró Guillaume Gressin, Vicepresidente Internacional de Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus para Latinoamérica y Caribe.
En entrevista con A21, aseguró que esto forma parte de los compromisos que suscribieron los diversos actores de la aviación en el acuerdo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) 2022, para llegar a una reducción de dióxido de carbono (CO2).
Este acuerdo para disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera, por parte del sector de la aviación, es conocido como NetZero y “es aquí donde el SAF tiene un papel preponderante, debido a que puede reducir hasta más de 50% de las emisiones”, dijo.
“Los combustibles sostenibles son importantes, ya que tienen varios beneficios: el primero es que se pueden mezclar con el queroseno tradicional, actual, y sin cambiar los motores o la tecnología. Un combustible sostenible se puede usar en un avión actual”, aseveró.
Señaló que en México ya se usó en aerolíneas como Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico, tanto en vuelos de prueba como en comerciales.
Puntualizó que usar combustible sostenible permite disminuir la huella de carbono hasta en 80%, comparado con el uso de queroseno tradicional, de ahí que, como industria, se busque promover el desarrollo y la producción del SAF a nivel mundial.
Añadió que nuestro país cuenta con gran capacidad de biomasa, necesaria para producir combustible sostenible de aviación, y que no compite con la agricultura destinada a la alimentación.
El problema es que, a pesar de contar con esta capacidad en el país, no se produce este combustible y el precio para la producción del SAF aún es bastante caro, incluso por arriba del queroseno normal.
Esto se explica porque se trata de innovación tecnológica, al principio es más caro, pero conforme va avanzando los precios se vuelven “más competitivos”.
El vicepresidente Internacional de Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus para Latinoamérica y Caribe comentó que para la producción del SAF es necesaria la participación de los gobiernos a través de la regulación. “Es algo que necesita un trabajo en conjunto de distintas expertises y un trabajo en conjunto tanto del sector privado como del sector público”.
Además, dijo, Airbus invierte en el desarrollo del primer avión propulsado con hidrógeno y, para ello y otras innovaciones, la compañía destina anualmente más de tres mil millones de euros.
“Lo que vemos con bastante potencial es otro tipo de tecnología: tecnología de motores a base de hidrógeno; tenemos un compromiso para tener el primer avión certificado a base de hidrógeno para mediados de la siguiente década.
“Falta tiempo y va a faltar para que el hidrógeno se vuelva un combustible pero hemos invertido 3 mil millones de euros cada año en desarrollo e innovación, innovaciones realmente disruptivas como el avión con hidrógeno”, concluyó.
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