La Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA) prevé que el mercado de las aeronaves de fuselaje estrecho sea el primero en recuperarse, entre 2021 y 2023, gracias a la creciente demanda de los vuelos regionales y domésticos alrededor del mundo, mientras que el segmento de aviones de fuselaje ancho tardará más, hasta 2024, pues depende de la disponibilidad mundial de una vacuna contra el covid-19.
“Una vez que la vacuna sea lanzada, probada y aprobada para su uso masivo, el nivel de confianza de los pasajeros se recuperará y los viajeros estarán más confiados para abordar un vuelo, especialmente en trayectos largos. Vamos a recuperarnos, no hay duda de eso, pero ciertamente enfrentaremos unos tres o cuatro años de problemas y recuperación lenta”, dijo Felipe Sandoval, presidente de la FEMIA
Sandoval resaltó que México tiene un lugar sobresaliente en la industria, pues se posiciona como uno de los países con más acuerdos comerciales en el mundo, convirtiéndolo en uno de los actores con más potencial competitivo en la industria.
Asimismo, dijo que dentro de la industria existe una tendencia a diversificar o re localizar sus cadenas de suministro de Asia a América u otras regiones, a fin de disminuir riesgos de disrupción. En caso de que algo pase en una región (como ocurrió con la contingencia por la expansión del coronavirus), las compañías tendrán más flexibilidad para apoyar las cadenas de su negocio.
Al finalizar 2019, la FEMIA registró que las exportaciones aeroespaciales mexicanas alcanzaron un valor de nueve mil 682 millones de dólares, superando a las industrias de España e Italia.
Por su parte, Ricardo Márquez, gerente de Cadena Global de Suministro de Airbus, puntualizó que el escenario más optimista para la recuperación de los viajes aéreos se vislumbra en tres años, mientras que en el peor de los casos, tomaría cinco años retomar los niveles registrados en 2019.
“Primero tenemos que asegurarnos de tener bajo control los riesgos y mitigarlos, además de que se debe devolver a los pasajeros la confianza para volar”, dijo Márquez.
Si bien la Federación estima que México tendrá una caída de entre 25% y 45% en la producción de componentes aeronáuticos y aeroespaciales, como consecuencia de la crisis sanitaria, surgirán oportunidades a través de la diversificación de la proveeduría a nivel mundial, en donde México puede salir beneficiado.
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