Las certificadoras crediticias Fitch y Moody's redujeron la perspectiva de la deuda de Boeing a 'negativo' dado los problemas que enfrenta el fabricante con su familia 737 MAX, argumentando retrasos en el regreso al servicio de estos aviones.
Fitch declaró que el MAX seguirá siendo una preocupación para el sector de la aviación en 2020, y que espera un impacto persistente en el margen operativo de Boeing durante varios años después de que el avión vuelva al servicio.
Ambas agencias mantuvieron su calificación crediticia de grado de inversión sobre la deuda de Boeing, dada la liquidez de la compañía, la flexibilidad financiera y la posición dominante en el mercado.
Desde los sucesos del pasado 28 de octubre del 2018 y el 10 de marzo de este año, Boeing se ha enfrentado a una crisis que ya le costó casi cinco mil millones de dólares, dado que ha tenido que dejar en tierra a su avión de fuselaje estrecho que, además, es su éxito de ventas en el siglo XXI.
Asimismo, Fitch agregó que la revisión de las perspectivas también consideró el desafío de hacer que los aviones estacionados regresen al servicio comercial, la entrega de aeronaves de postproducción almacenadas y la financiación necesaria para acumular capital de trabajo.
Por su parte, Moody's dijo que la puesta en tierra de los aviones 737 MAX de la compañía se prolongará más tiempo de lo esperado, lo que agravará su interrupción operativa, los costos y el tamaño de la inversión en capital de trabajo.
Al 31 de marzo, Boeing tenía una deuda total de 14 mil 700 millones de dólares según datos de Refinitiv, y Fitch dijo que estimaba que la deuda consolidada para la compañía aumentaría en casi diez mil 000 millones de dólares a casi 24 mil 000 millones de dólares en 2019.
"La situación MAX también presenta importantes desafíos de relaciones públicas, y el impacto en la reputación y la marca de Boeing será una lucha contrarreloj para el próximo año o más", señaló la certificadora Fitch.
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