Aunque Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) tiene el “monopolio de derecho” sobre la venta y distribución de combustibles de aviación, la reforma energética y otros cambios a la ley han establecido de a poco las bases para la apertura. Sin embargo, el gobierno mexicano debe vigilar que las restricciones a la competencia no conviertan a este mercado en un “monopolio de hecho”, advirtió Luis Felipe de Oliveira, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).
Durante su participación en el Primer Foro de Transporte Aéreo organizado por la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), el ejecutivo ofreció ejemplos sobre el tipo de reglas que deben existir para evitar este fenómeno, mismo que en su momento llevó a Brasil a generar un mercado de turbosina “cara”.
Una de estas es la llamada la “paridad de importación”, a través de la cual se establecen precios equitativos para Pemex y los poseedores de permisos de importación de la turbosina. Además, se contemplan mecanismos para que las tarifas sean acordes a los indicadores operativos de cada aeropuerto.
De Oliveira también abogó por que la autoridad energética consulte con las aerolíneas antes de publicar las tarifas que cobrará ASA como dueña de la infraestructura de almacenamiento y distribución del hidrocarburo.
Señaló que ALTA desea conocer los criterios que utilizó la consultoría externa que ASA contrató para el cálculo de los precios de almacenamiento, para opinar al respecto si los considera injustos.
“No podemos pagar por ineficiencias de cualquier proveedor, sea ASA o cualquier otro”, enfatizó.
De acuerdo con funcionarios de ASA –presentes en el foro–, las tarifas de almacenamiento podrían ser publicadas antes de que termine el mes.
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Implementación total, hasta fin de año
No obstante que la publicación de las tarifas para almacenamiento es inminente, esto no implica que la implementación del mercado libre de turbosina sea inmediata, sino que habrá de seguir un periodo de adaptación que dure al menos hasta finales de año.
La distribución a los aeropuertos más chicos; el papel de ASA y de Pemex una vez comiencen a operar los permisionarios; cómo van a trabajar los importadores y los despachadores del servicio into-plane (directo al ala del avión), son algunos de los temas que aún tardarán en discutirse, consideró De Oliveira.
Finalmente, dijo que la organización regional de aerolíneas ha hecho solicitudes formales ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para mantener reuniones constantes de seguimiento a todos los trabajos de implementación y diseño del mercado libre de turbosina.
Al 20 de marzo de 2018, la CRE contabilizó 78 permisos de importación de turbosina.
