El gobierno de Austria anunció que recortará a la mitad el impuesto al transporte aéreo, cambio regulatorio que entrará en vigor a partir del 1 de enero del próximo año.
El objetivo de esta medida será promover el turismo hacia esa nación europea, con el desarrollo económico y la creación de empleos que conlleva este sector, además de que se apuntalaría al aeropuerto de Viena como un centro de conexión (Hub) internacional.
La estructura del nuevo impuesto quedaría como sigue: 3.5 euros (3.6 dólares) para vuelos de corto radio; 7.5 euros (7.9 dólares) para vuelos de medio recorrido, y 17.5 euros (18.4 dólares) para vuelos de largo recorrido.
Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) se congratuló por la decisión de las autoridades austriacas y sugirió que administraciones europeas como las de Alemania y Reino Unido, sigan este ejemplo.
No obstante, para el organismo lo ideal sería reducir este impuesto a cero, pues de acuerdo con sus análisis esto incrementaría 2.7 por ciento el tráfico internacional de pasajeros y crearía mil 700 nuevos empleos.
“El aeropuerto de Viena necesita una tercera pista y, mientras las expansiones en Munich y Zurich sigan bloqueadas, la región sufrirá de falta de capacidad aeroportuaria. Austria tiene una oportunidad de oro para asumir una posición de liderazgo si logra hacer de Viena un Hub de nivel mundial. Y dados los fuertes compromisos ambientales de la industria, esto puede hacerse de forma sustentable”, señaló Alexandre de Juniac, consejero delegado de IATA.
Cabe señalar que el proyecto de la tercera pista en la terminal vienesa ha sido interrumpido por un fallo judicial, mismo que fue basado en las potenciales emisiones contaminantes a la atmósfera que involucraría la construcción y puesta en marcha de esta instalación.
