Viajes más largos y mayor eficiencia en uso de combustible

A partir del 1 de febrero Emirates anunció el vuelo de pasajeros más largo del mundo entre Dubai y Ciudad de Panamá, que duraría 17 horas y 35 minutos.

Esta marca pronto podría venirse abajo. Qatar Airways acaba de anunciar el lanzamiento de un vuelo que podría durar 18 horas y 30 minutos entre Doha y Auckland en Nueva Zelanda.

Está abierta la posibilidad de otro largo vuelo entre San Francisco y Singapur, que también se estima en 18 horas.

Sin embargo, lo que enmarca esta nueva era de viajes trasatlánticos y sin escalas, no sólo es el tiempo y la distancia, sino también la eficiencia energética con que se podrían realizar

El vuelo Dubai-Panamá se realiza en un Boeing 777-200LR impulsado por un par de motores GE90, que cubren las 8.950 millas que les separa, con un solo tanque de gas.

El vuelo entre Doha y Auckland en Nueva Zelanda se haría también en un Boeing 777, que cubriría una distancia de 9.034 millas, con la misma eficiencia en el uso de combustible.

Si es aprobado, el vuelo San Francisco y Singapur será la ruta más larga del mundo, realizada por una 787 Dreamliner de Boeing, también con una alta eficiencia en el uso de combustible.

Según los expertos, estos avances sin precedentes empezaron a darse desde el embargo petrolero de 1973, cuando las ciudades estadounidenses tuvieron que prohibir las luces de Navidad para ahorrar electricidad y las estaciones de servicio de gasolina dispensaban sólo con cita previa.

La crisis hizo a todos pensar seriamente en la innovación y la eficiencia energética. Uno de los resultados: los grandes motores a reacción, que potencian más largos vuelos comerciales en el mundo

En esta lucha sin precedentes, la NASA comenzó entonces una búsqueda para desarrollar un motor de alta eficiencia energética para los aviones comerciales conocido como el programa E3 (E-Cubed).

La empresa General Electric (GE) se unió desde el principio y ha desarrollado una nueva generación de motores turbofan de alta derivación a partir de la GE90. Desde entonces, ha añadido el GEnx para el Dreamliner y el 747-8, y el GE9X motor, que está actualmente en desarrollo. Para reducir el peso, GE ha equipado los motores de las aspas del ventilador con material compuesto ligero, de fibra de carbono.

El último motor de la familia GE, la GE9X, encenderá la próxima generación 777X, con los aviones de largo recorrido de Boeing.

Los Compuestos de carbono de peso ligero permite a los ingenieros diseñar un ventilador de 11 pies que puede aspirar un torbellino de 8.000 libras de aire por segundo dentro del motor. El aire fluirá en la cámara de combustión, donde se encuentra con las partes hechas de materiales compuestos de matriz cerámica (CMC), otro material avanzado, desarrollado por científicos de GE.