
El primer avión eléctrico de Air New Zealand, el BETA ALIA CX300, realizó su vuelo inaugural desde el Aeropuerto de Tauranga, Nueva Zelanda. El modelo, fabricado en Estados Unidos por la empresa BETA Technologies, representa el inicio de una nueva etapa en la aviación sostenible del país.
La aeronave llegó la semana anterior y fue bendecida en una ceremonia al amanecer en Tauranga. Está previsto que se traslade al aeropuerto de Hamilton, donde permanecerá como base de operaciones, y posteriormente al aeropuerto de Wellington durante diciembre, para continuar su fase de pruebas.
Baden Smith, director general de Flota, Redes y Estrategia de Air New Zealand, explicó que el vuelo constituye un hito dentro del programa de aviones de nueva generación de la aerolínea.
Indicó que forma parte de un proceso de aprendizaje sobre el funcionamiento y las capacidades de las tecnologías emergentes que buscan transformar la aviación tanto en Nueva Zelanda como en otros países.
Smith destacó que Nueva Zelanda mantiene una tradición de innovación en el sector aeronáutico, desde los primeros experimentos de vuelo de Richard Pearse hasta los hidroaviones TEAL y el desarrollo de rutas internacionales por parte de ingenieros y aviadores neozelandeses. Subrayó que la alianza con BETA Technologies permite al país participar activamente en la configuración del futuro de la aviación y adaptarse a los cambios tecnológicos que marcarán su evolución.
El directivo señaló que esta colaboración con BETA es un paso prudente para aprender sobre las operaciones con aeronaves eléctricas y avanzar hacia modelos de transporte más sostenibles. Añadió que Air New Zealand busca comprender de manera práctica cómo las nuevas tecnologías pueden integrarse a su red, con el objetivo de reducir costos y emisiones sin comprometer la seguridad y la eficiencia.
Chris Caputo, director de operaciones de vuelo de BETA Technologies, indicó que el vuelo demuestra la convergencia entre el diseño funcional y la innovación operativa.
“El ALIA CX300 se construyó con principios de simplicidad para facilitar una transición rápida, segura y eficiente hacia el servicio comercial. La colaboración con Air New Zealand no se limita a la validación de una aeronave, sino que establece un modelo operativo para aerolíneas interesadas en ofrecer conectividad regional con menores costos y menores impactos ambientales.







