Air India concluyó las inspecciones preventivas del mecanismo de bloqueo del interruptor de control de combustible (Fuel Control Switch, FCS) en toda su flota de aviones Boeing 787 y Boeing 737, incluyendo aquellos operados por su filial de bajo costo Air India Express.
Las revisiones se realizaron en cumplimiento con la directiva emitida por la Dirección General de Aviación Civil (DGCA) de la India el pasado 14 de julio de 2025, y fueron completadas dentro del plazo estipulado, el 21 de julio.
La aerolínea señaló que no se detectaron anomalías en los mecanismos inspeccionados. Además, informó que había iniciado voluntariamente estas revisiones desde el 12 de julio, incluso antes de que la DGCA emitiera la orden obligatoria. Los resultados fueron notificados formalmente al regulador.
Air India reiteró su compromiso con la seguridad de los pasajeros y de la tripulación, destacando que todas las aeronaves en operación se encuentran en condiciones seguras.
Estas acciones surgen en el contexto del accidente del vuelo AI 171, ocurrido el 12 de junio en Ahmedabad, donde un Boeing 787 se precipitó poco después del despegue.
De acuerdo con el informe preliminar emitido por la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India (AAIB), ambos interruptores de control de combustible pasaron de la posición “RUN” a “CUTOFF” de forma casi simultánea, lo que provocó la detención de ambos motores a menos de un minuto del despegue y resultó en la caída del avión sobre el campus del BJ Medical College. El siniestro dejó un saldo de 260 personas fallecidas, incluyendo 19 en tierra, y un solo sobreviviente.
Hasta el momento, no se han identificado defectos de diseño en el sistema, y ni Boeing ni GE, fabricante de los motores, han recibido recomendaciones de modificación.
Sin embargo, la investigación sigue en curso con la participación de la FAA y el NTSB de Estados Unidos.
Aunque las inspecciones realizadas por Air India no hallaron evidencia de fallos en el mecanismo de bloqueo del FCS, la comunidad aeronáutica internacional espera con expectativa los resultados del informe final de la AAIB, cuya publicación está prevista dentro del próximo año. Mientras tanto, el caso se consolida como un referente clave en el debate sobre seguridad operacional, diseño de controles críticos y procedimientos en cabina.