La aerolínea estadounidense Silver Airways anunció su cierre de operaciones luego de 14 años de actividad y avisó a los viajeros que tenían vuelos con ellos que ya no se presentaran al aeropuerto.
“Lamentamos informarles que cesaremos operaciones a partir de hoy, 11 de junio de 2025. En un intento por reestructurarnos durante la bancarrota, Silver concretó una transacción para vender sus activos a otra empresa tenedora de aerolíneas, la cual, desafortunadamente, ha determinado no continuar con las operaciones de Silver en Florida, las Bahamas y el Caribe. Por favor, no se presenten en el aeropuerto. Todas las compras realizadas con tarjeta de crédito deben solicitarse como reembolso a través de su banco o agencia de viajes”, escribió la empresa en una carta a sus clientes.
En diciembre de 2024 la aerolínea con base en Florida se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 en espera de realizar una reestructuración financiera y con todas sus operaciones programadas de manera normal, informó el portal Simply Flying.
Su expectativa era concluir el proceso en el primer trimestre del 2025, pero luego de no recibir ofertas en su proceso de subasta detendrá sus operaciones y venderá sus activos a Wexford Capital, firma estadounidense de inversión privada y gestión de fondos de cobertura.
Hasta ayer, y de acuerdo a datos de ch-aviation, Silver Airways contaba con ocho aeronaves en servicio, todas ellas turbohélice regionales fabricadas por la empresa franco-italiana ATR. Uno de ellos, un ATR 72, llevaba en tierra dos meses tras haber volado por última vez el 1 de abril de 2025 desde Fort Lauderdale a Orlando para mantenimiento.
Los tres ATR 42 de la aerolínea estuvieron activos hasta el 10 de junio en rutas en Florida y el Caribe, y los otros cuatro ATR 72 también operaron vuelos ese día.
Datos de Cirium, empresa de análisis de aviación, revelan que la aerolínea tenía programados 1,545 vuelos para este mes y su oferta de asientos era de 93,090.
Silver Airways nació en 2011, cuando en mayo de ese año Victory Park Capital adquirió los activos de Gulfstream International Airlines, una aerolínea regional que se había declarado en bancarrota el año anterior. La empresa inició operaciones en diciembre de ese año.