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Al parecer 2025 será el año de la gran venta de TAP Air Portugal (TAP), el gobierno portugués ha decidido los términos y condiciones que regirán la venta de la aerolínea nacional. Además, la posible transacción recibió un nuevo respaldo por parte de IAG, que confirmó su interés y sugirió que estaría dispuesto a adquirir inicialmente una participación minoritaria con una transición gradual hacia una participación mayoritaria con el tiempo.
John Grant, jefe de analistas de OAG, explicó que en el mercado europeo, TAP es una aerolínea relativamente pequeña, pues en 2024, ocupó el puesto 17 con 13.8 millones de asientos disponibles, situándose justo detrás de Austrian Airlines, pero curiosamente, por delante de Aer Lingus.
“Cabe destacar que TAP es la mayor aerolínea tradicional en Europa que aún no forma parte de un grupo aéreo más grande, aunque esto podría cambiar pronto. TAP representa solo el 1.4% de la capacidad total desde Europa occidental, pero su red incluye ciertos nichos estratégicos que aumentan su atractivo más allá de su tamaño”, agregó el especialista.
TAP y Lisboa siempre han sido considerados el principal puente aéreo entre Europa y Brasil. Dado que Brasil es el mercado más grande de América Latina, con 134 millones de asientos en 2024, el país representa un punto de interés clave para todas las grandes aerolíneas europeas y sus redes. Para TAP, su mayor mercado regional es, naturalmente, Europa occidental, donde concentra aproximadamente el 82% de su capacidad.
Aunque pueda parecer una proporción elevada, aerolíneas como British Airways destinan el 79% de su capacidad a Europa occidental, y Lufthansa, un 81%. Sin embargo, lo que más interesa a los potenciales compradores es el 7% de la capacidad que TAP asigna a Sudamérica, donde tiene una posición destacada. La aerolínea representa el 18% de la capacidad total de aerolíneas europeas en la región y uno de cada cuatro asientos (26%) en vuelos a Brasil.
Si bien el mercado brasileño ha atravesado ciclos de auge y crisis, sigue siendo demasiado grande y prometedor para ser ignorado. Actualmente, dos de las mayores aerolíneas del país están en proceso de fusión, lo que podría reconfigurar el panorama competitivo.
Para las aerolíneas europeas tradicionales, Brasil representa una fuente valiosa tanto de pasajeros como de carga, lo que hace que fortalecer una posición en ese mercado sea altamente atractivo.
A diferencia de otras aerolíneas europeas que operan en Sudamérica, TAP se enfoca exclusivamente en Brasil. Su red no incluye destinos como Buenos Aires o Santiago, lo que le permite concentrar recursos en un solo mercado.
La aerolínea opera vuelos a diez ciudades brasileñas, seis de las cuales no son atendidas por ninguna otra aerolínea europea. Además, cuatro de estos destinos son servidos con aeronaves A320neo, lo que mejora la eficiencia operativa y la rentabilidad.
La ubicación geográfica de Portugal también juega un papel clave en la estrategia de TAP. Lisboa es el aeropuerto principal más occidental de Europa, lo que le da una ventaja similar a la de Londres en los vuelos transatlánticos, donde British Airways mantiene una posición dominante en su hub de Heathrow.
Hasta noviembre de 2024, TAP transportó cerca de 880,000 pasajeros en conexión a través de su hub en Lisboa desde Brasil hacia Europa occidental. Londres representó 57,700 pasajeros y París, 55,400. Desde Brasil, Fortaleza generó 59,800 pasajeros en conexión y Belo Horizonte, 53,200, lo que subraya la fortaleza de estas rutas secundarias.
El tráfico de conexión, aunque volátil y susceptible a cambios en los hubs, sigue siendo crucial dentro de las alianzas aéreas. Para los miembros de Star Alliance, captar tráfico de conexión vía Lisboa es un activo estratégico, por lo que la dimensión de la alianza será un factor determinante para las aerolíneas interesadas en adquirir TAP.
TAP es miembro de Star Alliance desde 2005 y, aunque no es una aerolínea dominante dentro del grupo, su presencia es estratégica. Star Alliance es la mayor de las tres alianzas globales, con más de mil millones de asientos anuales y el 17% de la capacidad mundial. TAP representa el 2% de la capacidad de Star y ocupa el puesto 14 entre sus miembros, justo por delante de Copa Airlines.
Sin embargo, la pertenencia a una alianza no es inmutable. Las aerolíneas cambian de alianzas con más frecuencia de lo que muchos esperan. Para TAP y su futuro propietario, la pregunta clave será en qué alianza lograría una mayor relevancia.
Si TAP se uniera a SkyTeam, ocuparía el puesto 12 en términos de tamaño dentro del grupo. Sin embargo, si ITA Airways concreta su esperado cambio a Star Alliance en 2025, TAP ascendería al puesto 11 en SkyTeam, representando el 2.5% de la capacidad de la alianza. Por otro lado, si TAP se uniera a Oneworld, sería el décimo miembro más grande con un 2.8% de la capacidad, una posición relativamente más fuerte que en Star o SkyTeam.
En cualquier caso, los análisis que están realizando las oficinas centrales de las tres alianzas giran en torno a los ingresos potenciales que TAP podría generar para los miembros existentes, lo que podría influir en la decisión final de los posibles compradores.
“Para las aerolíneas interesadas en adquirir TAP, el factor clave será su valor estratégico: cómo complementa su red, qué sinergias podría generar y qué riesgos representaría si otra aerolínea la adquiriera”, expresó Grant.
Para IAG, por ejemplo, que TAP termine en manos del Grupo Lufthansa podría suponer un desafío para su posición en España y Europa occidental. Para Lufthansa, en cambio, adquirir TAP significaría fortalecer su tráfico de conexión desde Brasil hacia Europa vía Lisboa. Sin embargo, Lufthansa sigue en proceso de integrar ITA Airways, una tarea complicada y costosa.
Para SkyTeam, la compra de TAP es una oportunidad intrigante. Existe un importante tráfico entre Portugal y Francia, pero ni Air France ni KLM han mostrado gran interés en la aerolínea. La naturaleza conservadora de este grupo hace poco probable que se convierta en un jugador clave en la puja. Todo esto hace que IAG parezca el comprador más probable para TAP.
El grupo ha mostrado interés en mantener la identidad de la aerolínea y respetar sus particularidades nacionales, además de proponer una compra progresiva iniciando con una participación minoritaria. Sin embargo, esto no garantiza el éxito. IAG ya abandonó la compra de Air Europa debido a las estrictas condiciones regulatorias, además de los problemas internos de la aerolínea española.
Es probable que la privatización de TAP tenga giros inesperados. La empresa favorita no siempre gana, y a veces aparecen compradores sorpresa. Por ahora, IAG parece estar a la delantera con una propuesta atractiva para la mayoría de las partes involucradas. ¿Será suficiente? Pronto lo sabremos.
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